Purguen a jueces y fiscales

Purguen a jueces y fiscales

OCTAVIO CARVAJAL

Tratando de ser ecuánimes, si la Policía Nacional será creíblemente depurada por sucia, jueces y fiscales también deben entrar en lista de purgas, pero no con falsos concejales para ejecutar un lógico plan de barrido y sanción contra quienes ungidos de mando han cometido y consentido profusos y pudientes actos de corrupción.

Las expectativas de lograr por fin una ansiada fumigación de la Policía no es sinónimo de que murieron los perversos. Quedan togados secuaces directos del crimen organizado, de sucias estrellas liadas a esferas políticas. Si un pastor es “satanás” en cambios policiales seguro que magistrados y fiscales tienen demonios.

Polemizar sobre temas tan delicados, pero inaplazables para la nación crea recelos y escenas que opositores o mafias miran como el mejor chance para desmoronar propuestas y acciones encaminadas a sanear lo que casi nadie enfrentó en el pasado reciente por sus romances con bandoleros.

Aquí parecen olvidar, por lucro, a insaciables políticos que en lugar de asear entes estatales los inflaron de pus. Los saquearon con todo y sus mujeres. Renunciaron a terminar con el hedor porque dirigían la pandilla pública que contagió desde un agente hasta el más encumbrado oficial de la Policía. ¡Dejen la hipocresía!

Quienes riñen la purga policial se hicieron los locos teniendo el poder. Juntos gozaron eternas comilonas con toda una parentela de pícaros. Tiempos de abusos y pactos que ojalá no se repitan en favor de falsos acrisolados con lino, pero salidos de retretes. Sus dedos siguen en la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial.

Si cuaja la depuración policial, lo afín es purgar fiscales y jueces coludidos con un poderoso entarimado de malhechores, desde los callejeros, corbatudos, hasta aquellos ligados al narcotráfico que trataron aeronaves, camiones, barcos cargados de droga y dólares. ¿Los jets caídos en aeropuertos venían con chongo paras ustedes?

Urgen baldeos completos. Medios de comunicación y periodistas deben apoyar sin meneos tareas firmes contra la pudrición, no ser doble cara según el mercado.