Baturrillo

Por Roberto C. Ordóñez

Voy a referirme a cosas inconexas sin ninguna relación entre sí, pero que se comentan por todos lados. Esa es la razón de título.

En tiempos del Poder Ciudadano, cuando el comandante vaquero anunció el cierre del aeropuerto de Toncontín y la construcción en dos meses de una carretera de cuatro carriles que uniría Tegucigalpa con Palmerola, escribí un artículo que titulé “Recule, señor presidente”, en defensa de nuestro querido aeropuerto capitalino.

El presente gobierno va en serio con la construcción del nuevo aeropuerto de Palmerola, pero mis sentimientos son los mismos. Pienso que la construcción del nuevo aeropuerto es buena idea, pero no el cierre definitivo de Toncontín que bien puede dejarse como un aeropuerto de cabotaje para vuelos internos en aviones medianos.

Por muy buena que sea la carretera el trayecto requerirá más de una hora, de manera que cualquier pasajero a San Pedro Sula requerirá viajar durante 3 horas y media. Una hora a Palmerola; 2 horas de espera que exigen las aerolíneas y media hora de vuelo. Sale mejor y más barato irse en automóvil, ahora que la carretera CA-5 está en óptimas condiciones.

Además, Tegucigalpa sería la única capital del mundo que no tendría ni siquiera un pequeño aeropuerto, así como es la única capital centroamericana por la que no pasa la carretera Panamericana.

La depuración policial es un cuento viejo. Creo que llevamos más de diez años oyendo la misma cantaleta. Los últimos trapos al sol sacados a la Policía han revuelto el avispero. Ya se nombró una comisión para iniciar la depuración, pero muchos hondureños ya no confiamos en las comisiones. Se han nombrado para todo y para nada. Los problemas siguen.

Otro tema recurrente es el trabajo infantil. En los países ricos dicen que el asunto es malo. Que los niños no deben trabajar y yo estoy de acuerdo. Pero si no trabajan ni estudian, el camino más fácil es unirse a las maras. ¿Qué es mejor, que trabajen o que se conviertan en delincuentes?

Las promesas para reactivar el agro son otro cuento viejo. Todos los gobiernos lo dicen, pero no lo cumplen. El agro sigue en abandono gubernamental. Los masoquistas del agro cada vez están más pobres y decepcionados queriendo tirar la toalla.

Los precios de los combustibles son otra piedra en el zapato del gobierno. Mientras en otros países bajan, aquí suben. ¿Por qué? Porque además del precio internacional y la devaluación del lempira, el gobierno los grava con un impuesto fijo por galón, cualquiera que sea el precio a que se importen.

Otro tema sobre el que se habla hasta por los codos es el cuidado del medio ambiente, pero no se ven los resultados. Da tristeza ver los pinos secos atacados por los gorgojos, pero la acción del Instituto de Conservación Forestal no se ve. En la zona de Lepaterique los bosques de pino se están secando. Pregunto a los lugareños por las cuadrillas del ICF y me dicen que brillan por su ausencia. Los incendios siguen.

Las cámaras de seguridad instaladas para cuidarnos como que salieron cachinflines. Ningún crimen ha sido resuelto por ese medio. Las imágenes salen tan borrosas que es difícil identificar a nadie.

Los famosos Papeles de Panamá son el último escándalo que nos entretiene. Por las redes sociales circulan nombres de personajes hondureños involucrados en el rollo, pero no hay que creer todo lo que por ese medio se dice. A veces son montajes hechos por los que saben hacerlo.

Las obras emprendidas por el alcalde capitalino se ven por todos lados y todos los días se anuncian más sin recurrir a préstamos, financiadas con los impuestos recaudados. La pregunta del millón es: ¿Por qué no hicieron lo mismo los dos alcaldes que regentearon la comuna durante los últimos doce años? Uno durante cuatro y otro durante ocho. La respuesta quizá la sepa Morgan.

El caso del repentino cierre de la DEI es otro culebrón del cual no hay que alegrarse. Como el gobierno no puede dejar de recaudar impuestos, será sustituida por un tal SAR, pero los contribuyentes estamos asustados, porque el nuevo organismo y el Código Tributario seguramente no beneficiarán a los contribuyentes. Nos amolarán más…