Escenarios políticos

Por Juan Ramón Martínez

El escenario político, sigue dominado por JOH. La acción en contra de la Policía, forma parte del proceso de eliminación de obstáculos que afectan la gobernabilidad y que faciliten el proyecto del Partido Nacional. La población que, sin mucha información, está dominada por una inteligente campaña publicitaria que, hace creerle, que la fuerza que domina la vida política se origina en la Casa Presidencial. Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta, antes de anticipar lo que podrían ser los movimientos futuros a observar. En primer lugar, el tema subyacente de todo, es la reelección, que aportará sin duda, una cuestión que otra vez dividirá a los hondureños que, mayoritariamente, están en su contra. El segundo asunto, es el sentimiento que se percibe, todavía en forma muy tenue, del rechazo de la población hacia el gobierno. No hacia JOH que todavía continúa manejando –como ha ocurrido casi siempre– un alto índice de popularidad. El tercer asunto es algo trágico: el PN creador de LIBRE, usado para dividir al PL, permitiéndole –sin contar con grandes mayorías suyas, propias– asegurar dos triunfos electorales seguidos, colocando a Lobo Sosa y JOH en el Ejecutivo. Pero ahora, ese “monstruo”, tan útil, en la medida en que se populariza el tema de la reelección, puede amenazar la estabilidad del país, forjando una coalición que derrote al PN.

Lo trágico resulta que, para usar, otra vez a Zelaya, para dividir a la oposición y ganar las elecciones, debe proporcionarle cierta impunidad que el gobierno ya no está en condiciones de darle, especialmente desde que la MACCI se ha instalado en el país. Zelaya no tiene problemas en renunciar a sus aspiraciones. La dificultad es la falta de control de las bases que, frente al tema de la reelección y el continuismo que levantó como bandera, lo aceptan de conformidad al color partidario. La reelección es aceptable, pero si le permite a LIBRE llegar al poder, bien con Zelaya enfrentado a JOH en un proceso de reelección; o usando la no reelección respaldando la candidatura de Xiomara Castro. Zelaya lo entiende y por ello busca la unidad en un partido, frágil como el suyo, contradiciéndose.

Por eso que, en este gana y pierde, JOH, corre muchos riesgos. El primero es que pase a la historia como un segundo “Mel Zelaya”. Y que le receten la misma medicina, si se comporta como aquel. La otra salida, es facilitar las cosas para que se ajusticie a LIBRE, y se le elimine definitivamente. Una acción judicial en contra de Zelaya –que no es difícil justificar– de alguno de sus hijos o de la misma Xiomara Castro, le permitiría a JOH limpiar el escenario político. Y asegurar una lucha igualitaria entonces en contra del PL, con posibilidades de derrotarlos.

El PL –con algunos nerviosos que crean que urgen anticipadamente por un candidato presidencial– tiene opción de derrotar a JOH si se dan dos condiciones: la primera es que la MACCI, presione para que se reforme la Ley Electoral, se superen asimetrías, se impida el uso de los recursos del gobierno para promover el candidato del PN. Y la segunda, es que se prohíba cualquiera acción de la DEI, en contra del candidato presidencial liberal, cualquiera que este sea. Porque los liberales, tienen más posibilidades de unirse alrededor de la anti reelección que ningún otro partido político.

Especialmente, si asume, consecuente con su pasado histórico, la bandera de la defensa de la Constitución, la lucha en contra del continuismo, la seguridad y el bienestar económico. Así puede asegurar el triunfo en las próximas elecciones. Elvin Santos sería, entonces, el candidato ideal. Pero si no, hasta Mauricio Villeda tiene opciones de triunfo.

Ante el dilema que representa el escenario político esbozado, para JOH es mucho mejor perder contra los liberales, eliminando a LIBRE del espacio electoral y dejando que PAC se autodestruya. Nasralla tiene capacidad de hacerse daño a sí mismo. Solo tienen que empujarlo un poco. Él hace lo demás. Porque para JOH, sería un baldón –que arruinaría la imagen histórica que está obligado a preservar– perder contra Zelaya. Incluso disputando la misma cuestión que dividió a los hondureños en el 2009. Sería más honroso perder contra los liberales.