Los ratones corruptos

Los ratones corruptos

Por: Mario E. Fumero
En Honduras, así como en el resto de América Latina la corrupción se ha extendido en todas las áreas del diario vivir, no se libran de ello los políticos, los empresarios, el trabajador, los pastores religiosos, y para colmo, en Honduras hemos visto cómo hasta los ratones se han hecho corruptos, lo que refleja que la corrupción ha llegado incluso a invadir a las ratas.

¿Por qué digo esto? Por el simple hecho de que la investigación que se está ejecutando hacia los altos mandos de la Policía Nacional, por estar supuestamente involucrados en el narcotráfico y el crimen organizado, se ha descubierto o expresado que tales evidencias escritas sobre las acciones delictivas de la Policía han desaparecido de los archivos, y la absurda explicación que dan es “que los ratones se comieron los documentos que contenían las evidencias” las cuales estaban en ciertos papeles que contenían las investigaciones de los crímenes más destacados en los últimos años. Razón por la cual, llego a la conclusión de que en nuestro país hasta los ratones se han corrompido, y se prestaron para comerse los expedientes de los casos que involucran al alto mando de la Policía Nacional, desapareciendo todas las evidencias, lo cual deja sin asidero jurídico el proceso de investigación y de pruebas para proceder en base al procedimiento legal.

Aunque es cierto que los ratones pueden comerse un papel, principalmente si tiene sabor a queso, es absurdo e ilógico pensar que pudieran comerse los expedientes completos de la investigación de la muerte del general Arístides y el ilustre amigo Alfredo Landaverde. Entre todas las explicaciones dadas para justificar la desaparición de dicha documentación, está la más absurda explicación jamás dada que he podido encontrar, y a la vez, la más graciosa, porque culpar a los ratones de la pérdida de esos documentos parece un cuento de niños. Esto nos lleva a pensar en una canción que se hizo muy popular en México, cuando Paquita la del barrio popularizó esa canción que hablaba de las ratas de dos patas refiriéndose a los hombres. Y es que estas ratas que se comieron los documentos de los casos señalados de seguro eran “ratas de dos patas”.

La lógica investigativa deduce por los hechos respecto a los casos citados que es el producto de una planificación y que tales documentos fueron eliminados, y es que nadie va a dejar evidencias de sus fechorías, por lo tanto, lo más lógico de cualquier acción ilegal es desaparecer las pruebas, para evitar las evidencias comprometedoras de los altos mandos de la Policía, los cuales son gente preparadas y conscientes de lo importante que son las evidencias hacia el futuro.

Todo crimen perfecto tiene que tener una estructura perfecta, y ella consiste en desaparecer todas las evidencias comprometedoras, máxime cuando los que la ejecutan han sido preparados en investigación criminal. Así que las posibilidades de que sean condenados los supuestos culpables, por las evidencias circunstanciales, se reduce al mínimo, a menos que capturemos a los ratones y puedan señalar quiénes les dieron las órdenes de comerse esos expedientes, algo imposible de ocurrir, así que la comisión depuradora está completamente desarmada. Dios les ayude e ilumine.

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