Política y narcoactividad

Por Miguel Osmundo Mejía Erazo*

La política es una ciencia, otros la consideran un arte que nos permite acceder al poder de una nación para servir a los demás, ojalá esa sea la intención de los que aspiran a un cargo político, porque políticos por naturaleza somos todos de una u otra manera, pero también hay aprendices de políticos, politiqueros, políticos ambiciosos, egopolíticos etc., pero de todos solamente unos pocos tienen la suerte y la oportunidad de llegar a ocupar altos cargos, algunos porque tienen buena labia pero poco cerebro, vale resaltar que hay muchos hombres talentosos en todos los partidos que tienen buen discurso pero también son talentosos, lo importante es que un partido cuando llegue al poder trate de gobernar con sus activistas inteligentes y preparados, pero también con buenos técnicos en las diferentes disciplinas.

El tema que hoy me ocupa lo hago con preocupación a raíz de los últimos acontecimientos que han puesto al descubierto a muchos políticos hondureños vinculados al narcotráfico, entre ellos alcaldes, diputados y altos funcionarios y exfuncionarios que el pueblo creyó en ellos y hoy se encuentran guardando prisión en espera de probar su inocencia o cumplir con su pena, extremos que permitan no más impunidad, porque ya nuestras mentes están atrofiadas y nuestros corazones heridos al ver tanto derramamiento de sangre y nuevos descubrimientos de actos de corrupción y narcotráfico.

Los especialistas analizan las denuncias que existen en el país sobre los vínculos de personajes políticos con el tráfico ilícito de drogas y aseguran que es una situación que afecta a la mayoría de países de Latinoamérica. Hace unas semanas en Perú el experto en temas de narcotráfico Apolinario Antezana, remeció la escena política al declarar que existen “narcocongresistas”, por su parte la procuradora antidrogas Sonia Medina sostiene que serían más de siete los congresistas involucrados con el narcotráfico. Para el experto en narcotráfico y oficial de la Policía Estatal de México, Rubén Lozano, la relación entre el tráfico ilícito de drogas y la política es una realidad que afecta a toda América y el mundo. Señala que el narcotráfico necesita de la protección de las autoridades para subsistir, de lo contrario no podría operar en el país. Agregó que este problema prevalece porque no hay un adecuado sistema de leyes que impongan castigos duros a quienes facilitan la operación de las mafias de la droga. En tanto, Natalia Letelier, directora académica del Colegio de Criminalística de Chile, refiere que la corrupción está enquistada en los países del continente y ello facilita que se usen fondos ilícitos en las campañas electorales. Letelier explica que no hay país que se libre del crimen organizado, a su juicio en el nivel de Latinoamérica, los países con mayores problemas de criminalidad son Perú, Colombia, Venezuela, México, Honduras y Panamá.

Frente a esta situación lo que debemos hacer como ciudadanos es saber escoger a las autoridades que representarán al Estado en las próximas elecciones. La responsabilidad de un voto bien informado es fundamental para frenar este problema; la clave es evitar elegir a los malos políticos. Declararle la guerra al narcotráfico es otra solución que debe tomarse con pinzas y es loable la actividad contra este flagelo, cuya orden emana del propio Presidente Hernández. El consenso de la sociedad hondureña es que se llegue al fondo de este asunto y se esclarezca quiénes son los políticos que sirven a intereses delictivos porque debemos aclarar que hay muchos políticos honestos algunos que han tenido que empeñar hasta sus propiedades y lamentablemente no consiguieron ninguna posición en cargos de elección popular.

El Centro de Documentación de Honduras, CEDOH organizó un seguimiento y monitoreo minucioso del gasto publicitario (televisión, radio, prensa escrita y vallas en que incurrieron todos los candidatos y partidos políticos participantes en la última contienda electoral. Otra empresa especializada también se dedicó a “monitorear” todos los medios de comunicación más importantes del país durante todos los días, en un período comprendido entre mayo y noviembre del año 2013, los resultados sí fueron suficientes para demostrar que la última campaña electoral fue la más cara, ostentosa y millonaria de toda la historia electoral hondureña. Por lo anterior vemos de suma importancia la auditoría, la investigación exhaustiva y la rendición de cuentas en las próximas elecciones.