Ni cuenta nos damos del cambio

Ni cuenta nos damos del cambio

RAMÓN CUSTODIO

La pésima educación hace que los hondureños no sabemos cómo informarnos ni lo que significa cada hecho y suceso de la realidad del contexto, mucho menos podemos diferenciar entre lo que es fundamental de lo que no pasa de ser secundario. Esto, lamentablemente, es lo que nos hace ahogarnos en ese mar infinito de lo secundario dejando a la deriva lo fundamental.

Uno de los cambios fundamentales del derecho y de la justicia actual es la ampliación de la jurisdicción nacional a lo regional, internacional y hasta global. De modo que ahora estamos viendo cómo se reduce la impunidad porque ahora la justicia persigue y sanciona al delito transnacional, más aún si está organizado.

Otro cambio fundamental es que ahora nos llegan documentos sobre lo que sucede, lo que ha venido a fortalecer la verdad frente a los rumores y la desinformación.

Los hondureños debimos aprender desde el soborno bananero, que este es un delito tan grave en los Estados Unidos de América que trae consecuencias políticas que pueden llevar al cambio del gobierno tolerante o aquiescente, que deja que impere la impunidad de los corruptos. Al soborno agreguemos que ahora, para gozar de la cooperación bilateral o multilateral, la cosa pública debe ser transparente, para lo cual hay requisitos, agentes especializados e indicadores que permiten la negación, la cancelación y, finalmente, la exclusión. Aunque algunos agentes salen finalmente descalificados, porque el que anda entre la miel algo se le pega.

Los medios desplegaron el viernes 4 de diciembre la captura en Zúrich, Suiza, del señor Alfredo Hawit, presidente del máximo organismo de fútbol hondureño, Fenafuth; quien el jueves por la noche durmió ya en la cárcel, por pruebas presentadas por el Federal Bureau of Investigation, popularmente conocido como el FBI. La seriedad y veracidad del caso la da una investigación de 240 páginas, que involucra también al expresidente hondureño de la República, Rafael Leonardo Callejas Romero, también expresidente de la Fenafuth.

El Ministerio Público de la República confirmó que las autoridades fiscales de los Estados Unidos han pedido el aseguramiento de las cuentas en dólares a nombre de Alfredo Hawit y de su esposa, María del Carmen Asfura. Igual procedimiento se aplicará a Rafael Leonardo Callejas. De modo que ninguno de los dos podrá mover ningún depósito.

El lunes 2 de diciembre coincidí con el diputado Rafael Virgilio Padilla en un foro televisado, comentando este caso y el de la familia Rosenthal, sin haber sido precisos y claros en cuanto a la diferencia de las dos situaciones jurídicas, porque no es lo mismo el soborno que operaciones bancarias sospechosas de lavado de activos.

En ambos casos, la efectividad de la justicia estadounidense está de por medio frente al tortuguismo oficial y del sistema judicial hondureño.

Mientras el Poder Ejecutivo enmaraña las cosas en complicidad con la OEA, la ONU se distancia del tergiversado diálogo, lo más probable es que vayan apareciendo más casos y más responsabilidades de los corruptos que gozan de una inmerecida impunidad, que daña la imagen del país e impide la identidad nacionalidad.

Los políticos hondureños son miopes, mientras nos niegan un nuevo sistema electoral, fortalecen la corrupción de la Policía Nacional, retardan la impartición de la justicia, el gobierno sigue más sordo que nunca, dedicado a tratar de dividir a la Oposición Indignada; la Junta Nominadora trata de hacer mejor las cosas, pero seguiremos como nave a la deriva, sin Visión de País ni Plan de Nación, hasta que San Juan baje el dedo o los bajen del poder por incapaces