Improvisación y fracaso en seguridad

Improvisación y frac

aso en seguridad

Redacción El Heraldo

Cada vez que un hondureño pierde la vida a manos de la criminalidad expone el fracaso de una estrategia de lucha contra la violencia que no tiene bases en una política de seguridad ciudadana.

Sin dejar de deplorar los homicidios que ocurren diariamente en el país, el último hecho que conmocionó a la sociedad fue el brutal asesinato del seleccionado nacional de fútbol Arnol Fabián Peralta Sosa, ocurrido el 10 de diciembre recién pasado en el parqueo de un centro comercial de la ciudad de La Ceiba.

Este caso, igual a los miles que están en la impunidad, solo refleja un Estado carente de lineamientos en materia de protección humana, producto de que sus agentes responsables nunca han priorizado una política de seguridad ciudadana que centre su atención en las amenazas existentes y emergentes como factores claves para establecer medidas y acciones no solamente represivas, sino también de prevención y tratamiento.

El artículo 59 de la Constitución de la República establece que la persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado, pero los tomadores de decisión no han entendido esta concepción y con su indiferencia solo han generado un mal uso de los recursos destinados a la atención de la vida y dignidad del ser humano dejando abierto, al mismo tiempo, un campo fértil para los violentos.

Igualmente, en su conceptualización de la seguridad humana, las Naciones Unidas considera que los gobiernos mantienen la función primordial de asegurar la supervivencia, la subsistencia y la dignidad de su población y que ante aquellas crisis que escapan de su control están llamados a establecer colaboración con las autoridades de otros países, con las organizaciones internacionales y regionales, con la sociedad civil y con los agentes de base comunitaria.

Después de casi una década de soportar una extrema violencia, y ver cómo parte de su futuro cae por acciones de los criminales, la sociedad hondureña exige a los operadores de justicia dejar de improvisar y dar respuestas basadas en medidas sostenibles en el tiempo

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REDACCIÓN El Heraldo