Las deudas de la tasa de seguridad

Las deudas de la tasa de seguridad

REDACCIÓN

Con voces a favor, provocadas por la alta criminalidad en Honduras, y en contra, por la suspicacia que genera la administración pública, fue aprobada en 2011 la tasa de seguridad en el gobierno de Porfirio Lobo y cuando el actual mandatario Juan Orlando Hernández encabezaba el Congreso Nacional.

Uno de los argumentos para la creación de este gravamen, vigente hasta julio de 2016, fue la desproporcionalidad entre los recursos económicos de la criminalidad común y organizada frente a las instituciones de seguridad y justicia. Para garantizar la transparencia de la medida, que algunos consideraron como un cheque en blanco para el gobierno, se acordó que los fondos serían administrados por un comité integrado por un representante del Estado, de los empresarios a través del Cohep y del Foro Nacional de Convergencia (Fonac).

La salida a finales de 2013 de Juan Ferrera, tanto del Fonac como de la tasa de seguridad, fue considerada en algunos sectores como un ardid para darle un uso antojadizo a los fondos. Y el tiempo parece haberles dado la razón.

“Queda prohibido establecer cláusulas o condiciones por medio de las cuales se comprometan los recursos provenientes de las contribuciones para financiar la administración y gestión del fondo”, reza el artículo 31 de la Ley de Seguridad Poblacional.

No obstante, como publicó esta semana EL HERALDO, la tasa de seguridad está sobregirada debido a que los fondos que recauda mensualmente, de entre 160 y 180 millones de lempiras, han sido usados como garantía para préstamos cuyo saldo de deuda al 30 de noviembre era de 1,763 millones de lempiras.

Si bien es cierto en la página web de la tasa de seguridad existe un desglose del destino que se le da a los fondos, es cuestionable, repudiable y condenable que ya estén comprometidos dineros que ni siquiera han ingresado a las arcas. Y cuyo uso es un secreto de Estado ya que el gobierno aduce que es para proyectos y programas que tienen carácter “de seguridad nacional”. La pregunta es ¿nos están dando atol con el dedo?