Terrorismo global

Terrorismo global


Por: Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación (Retirado)
Curiosa reacción ante el atentado terrorista de Bangladesh el 1 de julio del presente año. “Se trata de jóvenes bien educados, hijos de familias acomodadas, respondió a AFP el ministro del interior de Bangladesh Asaduzzaman Khan”, también se le pregunto; ¿por qué ellos pudieron cometer ese crimen? Respuesta: ¡Porque es la moda!

El mundo fue conmovido nuevamente ante la noticia de los últimos acontecimientos de Dacca. Quizá para cuando este artículo sea publicado, se pudiesen haber cometido otros actos peores aún; a decir verdad, el recrudecimiento del terrorismo global, está haciéndonos ver esto como costumbre; actos de terror abominables tan repetitivos, que es posible escuchar a altos funcionarios como el de Bangladesh, afirmar, esto ya es una moda.

El concepto de globalización, nos hace enfrentar la cruda realidad de haber convertido, toda amenaza, en cualquier rincón del planeta, en una amenaza global; ese es el caso que enfrentaremos por mucho tiempo. El asunto del Islamismo es una bomba de tiempo, que pudo haber sido plantada con la desaparición del imperio otomano, manteniendo la amenaza latente, a través del tiempo; abonada por sus peligrosos e importantes elementos, como ser: radicalismo religioso, petróleo, posición geoestratégica e intereses de las grandes potencias y las grandes corporaciones.

No es para menos el problema, se trata de aproximadamente mil setecientos millones de musulmanes en el mundo, entre ellos divididos dentro del concepto de cumplimiento de su fe, de la siguiente manera; (90% suní y 10% chiíes) pero, radicales o moderados, todos con la común esperanza de la islamización mundial, ¿quién puede tener la certeza de quién es quién en el mundo musulmán? Solamente ellos mismos.

Producto de este complicado panorama, es el surgimiento de los grupos terroristas, como el EI y Al Qaeda, quienes por ahora se están enfrentando en el conflicto sirio y su lucha por consolidar su soñado estado islámico, gobernado por un califa; pero tenemos que estar claros, que al final su objetivo supremo, es la yihad.

Siria, se ha convertido en un verdadero laberinto, la lucha por el control de este estratégico país puede considerarse apocalíptica, cuyos resultados aproximados son: la muerte de cuatrocientas mil personas, cinco millones de refugiados y ocho millones de desplazados, por esta guerra; que se le llama la peor catástrofe humanitaria después de la Segunda Guerra Mundial. Europa, es el vecino próximo más afectado, los resultados de esto puede tener consecuencias insospechadas para el continente europeo, un ejemplo cercano puede ser la serie de atentados terroristas en Francia y Bélgica, y en el aspecto político el Braxit en el Reino Unido.

Los latinoamericanos, somos escépticos y hasta ajenos a las consecuencias del terrorismo global, generalmente pensamos, que estos problemas son tan distantes y distintos que no nos afectarán, por lo cual es importante reconocer lo siguiente; se estima que hay más de tres millones de musulmanes en la región, diseminados primordialmente en Trinidad y Tobago, Venezuela, Guyana y Brasil, focalizándolos un punto geográfico en especial, este es las tres fronteras (ATF) cual es la convergencia de las ciudades Foz de Iguazú de Brasil, Puerto Iguazú Argentina y Ciudad del Este Paraguay, con una población de casi el millón de habitantes, ha crecido al amparo de la gran represa de Itaipu (14,000 MW) pero principalmente, por la fama del movimiento de una variedad de bandas de todas las modalidades criminales. La detección de terrorismo internacional es evidente; la presencia en algún momento, de terroristas de la talla de Khalid Shaik Mohammed (cerebro del ataque a las Torres Gemelas) y del mismo Osama bin Laden, ha sid
o confirmada; aquí también se ha generado apoyo económico y logístico a los grupos terroristas.

Los actos terroristas tampoco han sido ajenos a Latinoamérica; en marzo de 1992 la embajada de Israel en Buenos Aires, sufrió un ataque que dejó 29 muertos, en julio de 1994 también en Buenas Aires, fue atacada la sociedad Mutual Israel/Argentina produciendo 82 muertes; en julio de 1992, un terrorista explotó un artefacto en un avión en Panamá muriendo un total de 21 personas, 12 de los cuales eran judíos; otro acto relacionado ocurrido en 1990, fue el intento de tomar el poder en Trinidad y Tobago, por parte de un grupo musulmán liderado por el Imam Yhasin Abu Bakr, quien aún mantiene su influencia en este país.

En Latinoamérica en el pasado cercano, ya hemos peleado guerras ideológicas por influencias políticas de las superpotencias USA/URSS, ¡que algunos retrasados siguen añorando!, no es aventurado pensar que ahora, una influencia musulmana, dirigida hacia nuestras poblaciones marginadas y empobrecidas, puedan surtir efectos adversos, que desestabilicen nuestros incipientes sistemas políticos. El SOUTHCOM, ha detectado unos 80 centros culturales apoyados por Irán, distribuidos en ATF, Venezuela y Guyana, razón más para pensar en un adoctrinamiento lento y seguro de algunos sectores.

El problema de fondo, es el desconocimiento generalizado que tenemos del problema, la debilidad de las instituciones de inteligencia, seguridad y defensa, la carencia de redes de información y alertas tempranas establecidas y funcionales en el aspecto de terrorismo global.

De momento, mientras se produce una política de estado sobre este tópico, se me ocurre, que el fortalecimiento familiar, la supervisión y orientación paternal sobre el asunto, el fortalecimiento religioso, la orientación de escuelas, colegios y universidades, puede servir para prevenir un problema, que más temprano que tarde podemos enfrentar.

“Dios Todopoderoso nos libre de la tal moda”.

Comentarios

Entradas populares