De simios, tontos y analfabetos

De simios, tontos y analfabetos

RAMÓN CUSTODIO

Los simios se limitan a imitar, como los que promueven la reelección que repiten lo que les dice el director de la campaña: que los países son desarrollados porque permiten la reelección; si así fuere, Honduras sería un país ultradesarrollado desde la dictadura del general Carías (1933-1948) que gobernó reeligiéndose inconstitucionalmente.

Para don Miguel de Unamuno el peor analfabeto es el que sabiendo leer y escribir, no lee ni escribe; como los simios que promueven la reelección presidencial, analfabetos del civismo y vacíos de razón escrita para convencernos de que el abogado Juan Orlando Hernández Alvarado “no la busca y nunca ha dicho que la quiere”. Nos consta que incluso ha sido enigmático frente a personas independientes, que le dijeron: “No insista en la reelección y si quiere desactivar la crisis que esta provoca, anuncie que usted no quiere ser reelegido, menos aun violando la Constitución de la República”.

En España la generación del 27*, “Ninguno de ellos tuvo una verdadera militancia política”, pero trascendió la simpatía de García Lorca con la República y la militancia de Rafael Alberti. Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca, nacido en Fuente de Vaqueros el 5 de junio de 1898, provincia de Granada llamada “La asquerosa”, fue “el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura del siglo XX”. También resalta la exaltación de la metáfora por García Lorca, que podría tomarse como parte de la celebración “del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora y Argote (1561-1527)”, antonomasia de la metáfora por su excelencia.

Igual que ahora, la generación del 27 fue afectada por la pérdida de valores, en su caso resultado de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). “El futuro se volvió incierto, las esperanzas se tornaron huidizas o se desvanecieron por completo. El sentido de la vida y la actitud frente al porvenir cambiaron también de manera negativa. En fin, todo aquello que rodeaba y conformaba al hombre de la época resultó conmocionado”.

Los “muchos ismos” fueron calificados por Ortega y Gasset en 1925 como “la deshumanización del arte”; más grave cuando la política deja de ser el arte de gobernar y de hacer posible lo deseable para otros; es lo que exhiben algunos consejeros y asesores del actual presidente de la República y autoridades del partido oficial, no gobernante.

El poeta Rafael Alberti hizo poesía sobre futbolistas y, finalmente, concluyó: “Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos veces tonto”. Por eso me resisto a ser conducido por líderes más tontos que yo.

Los tontos tienen derecho a serlo, pero no a imponernos sus tonterías políticas en ninguna condición, porque así contaminan el arte de la política.

García Lorca no fue al exilio ofrecido por Colombia y México, porque “yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos… soy hermano de todos”. Fue secretario del Ministro de Educación durante la República y temió a la muerte, a su manera, diciendo: “Yo le tengo pánico a la muerte, no por lo que venga después, cosa que me tiene sin cuidado, sino por el espanto que me infunde la idea de que puedo ‘sentir que me voy, que me voy a despedir de mí mismo’”. Su asesinato y desaparición fue parte de la consigna franquista del general Gonzalo Queipo del Llano, director general de Carabineros de Sevilla: “¡Abajo la inteligencia! ¡Viva la muerte!”. Atribuida a Millán, su seguidor*.

Los dignos proclamamos: ¡Arriba la inteligencia! ¡Viva la vida!

¡Mil veces no a la reelección, que usurpa la voluntad soberana del pueblo!

*Rivera Rodil, Rodil. Antología Histórica. Litografía López. 2010