El negocio de las encuestas

Por Dr. Israel Romero Puerto

Juris Doctor (jurista internacional)

Desde que realizar encuestas se convirtió en popular mundialmente, y los políticos y fabricantes de ciertos productos comenzaron a abusar de ellas, dichas encuestas se volvieron un negocio redondo para los encuestadores. Hay varias empresas que por años se han dedicado a ese negocio, habiendo cobrado notoriedad cuando los resultados anunciados por ellos fueron ratificados por los resultados en las elecciones por voto popular, y por el creciente volumen de ventas de los productos encuestados para promoverlos en las áreas donde habita gente que mostraron preferencia por dichos productos.

La firma encuestadora Cid Gallup se hizo popular en los Estados Unidos, y eso le valió para extender sus actividades internacionalmente. Sin embargo, cuando la gente descubrió sus prácticas amañadas, perdió credibilidad especialmente en el país del Norte, donde hasta el votante común es exigente y pide honestidad.

Los encuestadores buscan zonas donde se ha comprobado hay más seguidores de cierto candidato o de determinado partido político, es decir de quien les paga por realizar la encuesta. Para su información, las empresas encuestadoras no trabajan de gratis. Ellos están en el negocio para hacer ganancia, y se aprovechan de las temporadas previas a las elecciones para hacer su agosto.

Un ejemplo claro es el siguiente: en mi Distrito Electoral en Carolina del Sur hay un 70% de votantes registrados en el Partido Demócrata. Cuando este partido, o un candidato del mismo, es quien está pagando la encuesta, el Distrito #21 es el típico para ir a efectuar la encuesta. Los resultados reflejarán una ventaja abrumadora para el Partido Demócrata o para el candidato, o para ambos. Lo mismo sucede si es el Partido Republicano es quien paga. Buscan los distritos con mayor cantidad de votantes registrados en el Partido Republicano para realizar la encuesta. Para su información, en los Estados Unidos cuando la persona nacida en ese país cumple 18 años o cuando un extranjero se hace ciudadano americano, la ley te obliga a registrarte en un partido político. Por eso, se sabe de antemano cuántos votantes de cada partido hay registrados en cada distrito, aunque a la hora de votar tu votas por el candidato o partido que quieras.

En los países tercermundistas, que los hipócritas llaman países en desarrollo -que de desarrollo no tienen nada porque muchos más bien van de retroceso-, los demagogos y los tiranitos han aprendido a abusar de tales encuestas. Como ejemplo vamos a poner a Honduras. En estos días apareció el resultado de una supuesta encuesta que refleja que el 62% de los hondureños aprueban la gestión gubernamental del Presidente Hernández, pero que el 41% desaprueban las decisiones tomadas durante su mandato.

Hay varios puntos que queremos aclarar para los que no entienden la temática. Antes que nada, ese resultado no se basa en un 100%, sino que en un 103%, lo cual es ilógico. Allí comienza la mentira y la trampa. Por otro lado, está comparando a dos partidos que son los únicos que han gobernado en Honduras, con otros dos que nunca han gobernado. Cachurecos y colorados han gobernado Honduras desde su independencia de España en 1821.

LIBRE y PAC nunca lo han hecho, siendo esta la razón por lo que 9% para LIBRE y 6% para PAC es ilógico, es mentira, es trampa. LIBRE y PAC tienen 0%, porque nunca han gobernado. Y si LIBRE tiene 9% y PAC 6% ese es un fenómeno nunca visto sobre la faz de la tierra. ¡Only in Honduras! Cid Gallup miente, no tiene credibilidad.

Encima de lo anterior, anuncian que hicieron la encuesta en 16 de los 18 departamentos. Es decir, no lo hicieron en los departamentos de Cortés y Atlántida, porque los resultados de la encuesta reflejarían un porcentaje desastroso para la actual administración. Y si efectúan la encuesta en los estadios de fútbol, el resultado sería 99.9% en contra de la actual administración pública.

La casa encuestadora que más credibilidad tiene en los Estados Unidos es la Quinipiac, que pertenece a una prestigiosa universidad. Pero déjenos decirle que los tiranitos de Latinoamérica nunca han podido engañar a sus pueblos publicando esas encuestas amañadas. Mire cómo perdió popularidad Hugo Chávez antes de su muerte, y su sucesor Nicolás Maduro está por renunciar o que lo renuncien. Evo Morales de Bolivia ya está fuera. Sacaron de la presidencia a la Kirchner de Argentina y ahora la están metiendo a la cárcel; y al actual presidente Macri también lo están cuestionando por tener empresas off-shore por medio de los Panamá Papers. A Dilma Roussef de Brasil la mandaron a su casa, de donde no puede salir, y muy pronto la meterán a la cárcel. Y la historia de los que compran encuestas suma y sigue sin fin.