El poder de la desinformación
El poder de la desinformación
JOSUÉ RAMÓN ÁLVAREZ
Desinformar, según la Real Academia Española, es: Dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines. También hace referencia a una información incompleta.
En esta segunda década del siglo XXI más que en cualquier otro tiempo se tiene un alto índice de acceso a la información, y a la vez ha aumentado la posibilidad de producir esta misma, gracias, sobre todo, a las redes sociales, llamadas por algunos el quinto poder. Lo que es una maravilla, pues generan espacios de expresión y conocimientos necesarios para el constructo de una sociedad fortalecida.
Sin embargo, el problema surge con las preguntas ¿Qué tipo de información estamos recibiendo? ¿Qué tipo de información estamos produciendo? ¿Es confiable? ¿Estamos seguros de ella? El hecho no sería tan peligroso si no fueran las palabras el conducto por el cual se influye en el pensamiento y el actuar del otro, ya decía el filósofo francés Derrida que todo es texto, que todo está relacionado con la palabra.
Es importante tener cuidado con el tipo de información que se está recibiendo, manipulando y compartiendo, pues se puede sembrar en el colectivo de una sociedad una idea totalmente distorsionada de los hechos acontecidos en una comunidad, ciudad, país, incluso en el mundo. Contribuyendo esto último en muy poco a la resolución de problemas, y es que la desinformación no hace más que agudizarlos. Una mala información siempre falta a la verdad, y es la verdad la única que genera vías de acceso para solucionar los conflictos o los flagelos de una sociedad.
Rondan todos los días por las redes sociales hechos falsos, falacias, campañas de odio, luchas sociales que se distorsionan, que a un pueblo tan susceptible como el hondureño pueden llevarlo a una división que lo alejará cada día más del atolladero en el que muchas veces se ve inmerso.
Una de las principales característica de la desinformación es que es especulativa y toca temas muy sensibles, consiguiendo un gran éxito en las personas debido a que muchas veces les dice lo que quieren escuchar o incluso, son espacios donde los actores sociales pueden, sin ningún tipo de veeduría, decir sin más lo que quieren y les conviene. No solamente son afectados aquellos que reciben ataques directos, sino la sociedad, que se disgrega, se disuelve en discusiones que no llevan a ningún tipo de construcción en este colectivo llamado patria.
Algunas medidas que se pueden tomar para obtener una información correcta son: Verificar que vengan de fuentes confiables, medios de comunicación respetados y con trayectoria; asegurarse que la información no venga de una sola fuente y además que sea reciente. Estar seguro que no atiende a intereses personales y, sobre todo, tener criterio para compartirla. De esta manera nosotros nos informamos e informamos y no caemos en el mal de la desinformación ni hacemos caer a los demás.
Recordemos que es construyendo, y no destruyendo, que se fortalece la patria.
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