Revolución y alabanzas... politiqueras

Revolución y alabanzas... politiqueras


GASPAR VALLECILLO MOLINA
Politiquero es el embaucador e inhábil rastrero que actúa con fines y medios turbios. Autores y actores de figuración tragicómica para sobrevivir en este ambiente que contaminan como plaga no erradicada, causando más daño que el dengue, chikungunya y zika juntos.

Nada proactivos, pero fatuos y osados igual ofenden a hombres y mujeres. El temerario MZR es ignaro incorregible. El cronista deportivo y entretenedor de televisión tuvo la “agudeza” de afirmar que a Honduras solo la salva una “revolución”. Debemos ser coherentes entre lo que creemos, decimos y hacemos. Honestos.

“El primer requisito para ser revolucionario es ser inteligente... Hacen falta personas que trabajen más y critiquen menos, que construyan más y destruyan menos, que prometan menos y resuelvan más, que esperen recibir menos y den más, que digan mejor ahora que mañana… La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella, los términos medios son la antesala de la traición… No es posible destruir ideas por la fuerza, porque esto bloquea cualquier desarrollo libre de la inteligencia… “Si fuéramos capaces de unirnos, qué hermoso y cercano sería el futuro” Che Guevara. Auténtico. “Sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario” V. Ilich Ulianov-Lenin.

“No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución”. Gilbert Keith Chesterton. “Tras un recuento electoral, solo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores” Winston Churchill.

“En política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”. Antonio Machado.

“Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”.

Con esas verdades solo se pierden los capitalistas hipócritas que agitan la anarquía de falsos socialistas. “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.

Los politiqueros sudan alabanzas que los volatilizan. “El que se alaba a sí mismo siempre encuentra quien se ría de él, lo cual no es cómico sino trágico”. Por falta de valores morales y éticos “regalamos adulación a los fuertes y aceptamos la adulación de los débiles”. El corrupto que alaba su rendición de cuentas. Hipócrita.

El poco seso abona la alabanza y el ego. “El ego no es lo que realmente somos. El ego es nuestra autoimagen, nuestra máscara social; es el papel que estamos desempeñando. A la máscara social le gusta la aprobación; quiere controlar y se apoya en el poder porque vive en el temor”. “Hay poca gente lo bastante cuerda que prefiere la censura provechosa a la alabanza traidora”. Los politiqueros adulan el yo que les delata. El novel presidente de la CSJ porfía su valía de ayer prometiendo lo que no podrá hoy y mañana callará. Debe guardar prudente silencio, la verborrea quita seriedad y efectividad. Hay que entender para atender y emprender. La justicia se imparte sin aspavientos. No hablemos de nuestras obras, dejemos que ellas hablen por nosotros. El egocentrismo es una patología de la personalidad. Sin remedio.

El papa Francisco recientemente dijo: “Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia para poder pedir perdón”. Tienen una deuda enorme con este pueblo abusado los politiqueros dizque revolucionarios y autoalabadores. Y no piden perdón.

Comentarios

Entradas populares