El severo impacto de la devaluación del lempira

El severo impacto de la devaluación del lempira

JUAN FERRERA

La devaluación es hoy en día el impuesto más impactante que tienen las naciones que descuidaron su producción y se volvieron incapaces de generar hasta lo que su propia gente consume, ademas que desbordaron en sus gastos.

Honduras no escapa a ello. De centavo en centavo, el lempira cada día pierde valor frente al dólar, sin que el gobierno muestre una estrategia financiera y de desarrollo -tomando en cuenta la competencia en un mundo globalizado- que lleve a la estabilización de la moneda nacional.

Por el contrario, aunque la devaluación es una muestra de pobreza, en el país esta carga la presentan como una oportunidad para exportar más, sin entender que los productos nacionales presentan un mayor costo de producción, mientras para el exterior se vuelven más baratos.

Gracias a cierta estabilidad económica que generó el buen precio del café, el incremento de las remesas y la caída de los costos del petróleo, la depreciación el año pasado fue lenta pero continua; sin embargo, su ritmo podría acelerarse una vez que el crudo recupere su precio en el mercado internacional.

Debido a que las finanzas del país orbitan alrededor del dólar, algunos se preguntarán ¿por qué no se dolariza la economía nacional”, sin embargo, viendo la experiencia de El Salvador, no es lo recomendable.

¿Cuál es la salida entonces? Es establecer una iniciativa tendiente a fortalecer el lempira comenzando con la implementación de una economía donde lo primero sea generar el inventario de los productos que consumimos a lo interno.

Es penoso que a estas alturas los gobernantes continúen manejando la economía nacional con base en el sacrificio de los migrantes, ignorando a los capitales de la iniciativa privada que quieren invertir y generar producción en el país, pero que por falta de políticas claras no lo hacen.

Nuestras autoridades deben entender que la devaluación hoy no se da con base en los lingotes de oro que tiene una nación en las reservas internacionales para garantizar la fortaleza de su moneda, sino que ahora tiene como cimiento la producción o el intercambio comercial con sus socios estratégicos.