CONSUMIR LO DOMÉSTICO Y EL CUCHILLO DE PALO


CONSUMIR LO DOMÉSTICO Y EL CUCHILLO DE PALO
Editorial La Tribuna

CON las disculpas anticipadas a los políticos contumaces y a los de nuevo cuño por interrumpir el bullicio que manejan en su teatro paralelo –nos referimos a las mismas babosadas con las que desayunan, almuerzan y cenan; ignorando temas que son los que realmente afligen al pobre pueblo pobre– vamos a hacer un paréntesis para referirnos nuevamente a algo que incide en los ingresos de la familia hondureña. Aparte de la desocupación, de la escasez, de las pestes que asechan, de la inseguridad –temas a los que son alérgicos los políticos, incluyendo los que dirigen foros de opinión pública, ya que raramente hay debate sobre ellos– está lo que se refiere al valor de la moneda. Decíamos ayer que al lempira lo llevan como entierro de pobre, con esa devaluación a propulsión a chorro que le han recetado las autoridades monetarias. Solo hay que comparar la desplumada que le han pegado al indito en los últimos meses, en relación a la devaluación más moderada que sufría cuando iniciaron el proceso.

No sabríamos decir si ello obedece a las instrucciones que dejaron las aves agoreras en la visita reciente que hicieron a Tegucigalpa para hablar linduras de la macroeconomía sin que importe mucho la economía común y corriente, la de abajo, la de los comercios, los mercados, que sigue en tinieblas sin ver la luz del día. En los últimos tres meses la moneda presentó una depreciación mayor a 40 centavos. Volvemos a insistir, que si hay reservas internacionales suficientes es gracias a los fardos de préstamos que vienen del exterior que habilitan recursos frescos al país, al incremento de las remesas familiares que suman $ 3,800 millones anuales, a la debacle de los precios del crudo que le ahorran al país millonarias sumas en relación a lo que antes se pagaba, los buenos precios del café y otros productos no tradicionales de exportación en los mercados internacionales, baja inflación ¿A qué obedece esa caída del valor de la moneda? Bien, dice la autoridad monetaria que es por el déficit en la balanza comercial. Que los combustibles presentan un incremento del 10%. Por favor, en cantidad, pero no en valor, porque los precios que se pagaban de $ 110 el barril se desplomaron a $ 31 de ahora. Además, dicen que las importaciones de otros bienes crecieron en un 13% ¿Y eso no será porque el país para abastecer el mercado interno tiene que importar porque la producción, por falta de incentivos a la iniciativa privada, es raquítica?

¿Y con la devaluación, no se encarecen los insumos, las materias primas para producir localmente, las medicinas, los artículos esenciales de consumo incluyendo mucho de lo que el pueblo ocupa para su alimentación? El nuevo presidente del Bantral recomienda consumir más productos domésticos. En eso estamos de acuerdo. Pero no hay que ser como en la casa de herrero cuchillo de palo, y comenzar en la propia casa, ya que el mismo gobierno compra un montón de cosas en el exterior, aunque aquí se elaboren localmente. Nosotros sugerimos en cierta ocasión que el gobierno incluyera en las disposiciones generales del presupuesto la obligación de privilegiar la compra de artículos nacionales. Y de alucinados –incluida la cooperación internacional– ni hablemos. Lo que pueden lo traen de afuera. Incluso impresos, agendas, hasta sus tarjetas de Navidad las mandan a hacer en el exterior. Para incentivar la producción nacional ya ratos hemos insistido que deben bajar la carga impositiva. Vemos una tabla que publica el Cohep sobre la estructura impositiva comparativa entre Honduras y Guatemala. Allá la carga tributaria ha disminuido y aquí se ha incrementado. Mientras aquellos tienen una carga tributaria de 10.31% la de Honduras es 17.4% ¿Qué les parece?

Comentarios

Entradas populares