No hagáis promesas que no cumplirás

No hagáis promesas que no cumplirás



Por: Dr. Israel Romero Puerto.
Juris doctor (jurista internacional), PhD – israel09r@yahoo.com
En mi equipo de béisbol, el jugador de la tercera base, por su ubicación en el diamante tenía mejor vista al plato. Cuando el umpire cantaba bola un lanzamiento de nuestro pitcher que nosotros creíamos era strike, Lito gritaba: “¡Qué boniiitoooo!”. Era un grito sonoro de protesta aunque sin afán de ofender al árbitro. En varias ocasiones fue enviado a las duchas por ese grito.

Una cosa es el béisbol, y otra la Corte Suprema de Justicia. Inmediatamente empanelada la nueva corte, los nuevos magistrados procedieron a elegir su presidente, el abogado Rolando Argueta, quien procedió a prometer sacar la mora judicial adelante, transparente y con moral. Garantizó que su trabajo será brindar justicia expedita, efectiva, imparcial e independiente. También dijo lo siguiente:

“En mi mente en estos momentos pasa el haber asumido un reto enorme para mi país, para el Poder Judicial, mi familia y mi persona, por eso yo le garantizo a la población disminuir ostensiblemente la mora judicial y proveer una justicia expedita, pronta, efectiva en el marco del debido proceso del derecho de defensa y estado de defensa. Un Poder Judicial con jueces y magistrados que no obedezcan, sino a la ley y la justicia, que privilegien los principios de la igualdad al debido proceso, y el estado de inocencia. Si Lito hubiese estado allí, le habría gritado: “¡Qué boniiitoooo!”

Leyendo sicológicamente su expresión de júbilo, por la televisión y fotos en los periódicos, su euforia se denota que no es por servir a la patria como cabeza del Tercer Poder del Estado, sino que por motivos diferentes. Le vamos a recordar la recomendación de Jehová en Hebreos 13:5 “Conserva tu vida libre del amor al dinero”. Es bueno que conozca la sabiduría de Proverbios 15:21 “Un hombre entendido conserva un camino recto”. Y qué tal Proverbios 21:23 “El prudente cuida sus pasos y conserva su lengua lejos de la calamidad”. Encima debe evitar la compañía de malhechores y corruptos. (Job 24:8) pero lo más importante para Argueta y sus 14 colegas en la CSJ, y todos los servidores públicos, lo tiene el Salmo 15:4 “Bendecido es quien conserva su promesa de ley aún cuando duela y hiera”.

La elección de esta Corte no tiene precedente en Honduras. Son varias las causas que se conjugaron en la arena política. Cada quien puede venir con sus propias conclusiones. Nosotros enumeramos algunas: (1) La madurez política que ha alcanzado el país, con fuerzas que se unen para luchar contra un orden preestablecido; (2) La expresión pública del pueblo que no quiere imposiciones, y que está recibiendo el apoyo de sus representantes en el Congreso Nacional; (3) La muestra del descontento general por la corrupción gubernamental coludida con la impunidad; (4) La existencia de dos fuerzas políticas que han demostrado una vez más que la unión hace la fuerza (PAC y Libre); y (5) La prueba política que “el gallo viejo con el ala mata”. (Cachurecos y colorados).

Algo para puntualizar es que el Estado tiene tres poderes independientes y apolíticos. Todo en teoría, ya que en Honduras, los expertos en política vernácula aseguran que los tres poderes están controlados de ahora en adelante por una sola persona. No me dijeron el nombre de esa persona, pero Juan Pueblo lo sabe, quien también sabe cuántos son los millones que recibieron algunos honorables diputados para dar su voto a favor de cierto (s) candidato (s).

Nuestros políticos y gobernantes deben tener mucho cuidado con lo que hacen. La elección y nombramiento del nuevo presidente de la CSJ es una afrenta directa, abierta y dolosa en contra de los deseos del gobierno americano. Lo consideramos un reto igual al que hicieron Manuel Noriega de Panamá, Muamar Gadafi, Sadam Husein y Osama bin Laden. Recordemos dónde y cómo están los cuatro.

A los nuevos magistrados, Jehová les recuerda en 2 Pedro 2:15-19 cuidarse de no seguir el camino de Balam que por ir detrás de una coima Dios le puso una asna para que le hablara y así pudo ver el error que estaba cometiendo; cuidarse de no usar palabras infladas y vanas, de cumplir lo prometido, y cuidarse de ser esclavos de la corrupción. En Oseas 10:4 Jehová asegura que los corruptos hacen muchas promesas, y toman juramentos falsos. En toda su santa palabra, Jehová recuerda unas 570 veces a los líderes y gobernantes a obedecer y cumplir las leyes antes de que hagan a sus gobernados obedecerlas y cumplirlas, y Él los protegerá y recompensará.

La cultura judicial y gubernamental en general en Honduras se ha degenerado al punto que hace unos días un juez apareció pidiendo disculpas por haber dictado un fallo erróneo. Palabras más, palabras menos, él dijo: “Pido disculpas porque el viernes anterior hice una decisión equivocada. Estaba cansado y a eso se debió mi falla”. ¡Qué barbaridad! Si estaba cansado el viernes, debió esperar hasta el lunes para hacer una decisión acertada después de descansar sábado y domingo. El presidente saliente de la CSJ había pedido disculpas por todos los errores cometidos durante la gestión de esa Corte. Pregunta: ¿Cuántas decisiones correctas hicieron? Juan Pueblo tiene la respuesta: ninguna.

“Conserva por siempre la promesa que hiciste”. (2 Samuel 7:25) “Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpla su promesa”. (Nehemías 5:13) amén.

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