¿Imprudencia temeraria o globo sonda?

Por Boris Zelaya Rubí

“Poco le aprovecha al rey ser prudente si sus súbditos son imprudentes”.

Un honorable diputado del Partido Nacional, manifestó públicamente y muy eufórico: “vamos por la reelección del actual mandatario el abogado don Juan Orlando Hernández”. Lo anunciado por el congresista ha sido un secreto a voces, aunque el Comité Central del Partido Nacional, lo ha desmentido porque el Presidente jamás se ha pronunciado al respecto.

No sabemos si el diputado rural (como los bautizó el verdadero fundador del MONARCA, el señor Roberto “El Zarco” Callejas, a todos que no eran de Tegucigalpa y San Pedro Sula) actuó por su propia cuenta o simplemente fue como decimos en política “un globo sonda” para analizar las respuestas a nivel nacional. Lo preocupante es que ya no criticarán al mandatario por sus acciones como tal, sino que por su ambición de continuar dirigiendo la nación, ahora los enemigos o contrarios, enfilarán las baterías sobre todo algunos, que desde ya anuncian que la solución de Honduras es la revolución.

Las piezas del rompecabezas político empiezan a tomar forma, la “viajadera” y las apariciones del Presidente hasta para inaugurar un fogón, serán cuestionadas, generando dudas si lo está haciendo en cumplimiento de sus obligaciones o producto de una campaña para su reelección, lo mismo ha sucedido al no permitir a ningún colaborador de su gabinete que le robe protagonismo. Toda caricia a un niño careto o el regalo de un confite dirán que ha sido con el propósito de lograr votos.

Las comparaciones son odiosas, pero la fabricación de su imagen ha sido una obra de arte, o de algún personaje maléfico, al combinar la actividad incansable de Callejas, el verbo folclórico de Roberto Suazo Córdova, las argollas de técnicos de Maduro, la astucia del licenciado Ricardo Zúñiga Augustinus (Q.D.D.G.) este último el mejor de todos los tiempos. Además el mandatario ha logrado la credibilidad y apoyo del país más poderoso sobre la tierra por su cooperación en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción.

Personalmente creemos que el anuncio del diputado no fue atinado, sobre todo en los momentos que se estaba debatiendo sobre la elección de los magistrados a la Corte Suprema de Justicia, es comprobarle a la vox populi que el Presidente quiere el poder absoluto para controlar y lograr el fin revelado por el congresista.

Nos resistimos a creer que el conductor de la nación con su personalidad elevada a los confines del universo, permita que sea otro el que haga tan importante y grandioso anuncio. El partido no es propiedad del señor Hernández, después de las elecciones es el mandatario de todos los hondureños y la decisión del próximo candidato tiene que ser con una consulta a nivel nacional, de lo contrario el reflejo se verá en las urnas, y no creemos que el gobernante quiera pagarle a los correligionarios con una derrota o como dicen popularmente “hacer las del pato”.

Si las declaraciones del diputado fueron producto de una estrategia o como dicen un “globo sonda” planificado para medir desde ahora la respuesta de los hondureños y en especial de los nacionalistas, ¡está bien hecho el mandado! Pero si solamente son mareos por estar en las alturas y soñar con una posición vitalicia para seguir caminando con la barbilla apuntando al cielo, las aseveraciones hechas públicas serían una imprudencia temeraria.

Muchos creen que hablando hasta por los codos hacen campaña y no desaprovechan la oportunidad de estar frente a los micrófonos o las cámaras hablando sin sentido o con palabras huecas. ¿Será que no tenemos candidatos? ¿Qué se hicieron los pretendientes al solio presidencial, los señores Miguel Pastor, Ricardo Álvarez, Antonio Rivera que viene de una excelente escuela, el licenciado Óscar Álvarez, el diputado más votado de Francisco Morazán con una hoja de servicio comprobada por el pueblo, llegando hasta a exponer su vida en cumplimiento del deber, y el diputado y buen prospecto Juan Diego Zelaya, y otros que tienen méritos, pero si ellos no participan en la contienda no habrá necesidad de ir a elecciones internas, y se evitará hacer una patarata que se convierta en una burla a los correligionarios. Al que le corresponde aclarar esa situación de una vez por todas, es al Presidente de la República, aunque existe la libertad de expresarse, hay cosas que en vez de ayudar hacen daño. ¿Tenemos candidato? ¿Tendremos los azules oportunidad de elegir?

De rodillas solo para orar a Dios.