Tegucigalpa, de caite a chuña

Tegucigalpa, de caite a chuña


GASPAR VALLECILLO MOLINA


La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar los remedios equivocados”: Marx; “es el arte de traicionar los intereses reales y legítimos y crear otros imaginarios e injustos”: Graf.

JOH es inteligente, sagaz y capaz, pero empecinado. “Palmerola va, Toncontín desaparecerá”. Se tiró sin paracaídas.

Para un nuevo aeropuerto capitalino habían propuesto varios sitios cercanos apropiados, estudios y costos; recuerdo uno que andaba alrededor de 30 millones de dólares, cuando estábamos al dos por uno, y nunca tomaron la decisión a pesar de las opiniones favorables de verdaderos entendidos. Tiempo perdido. Hoy Palmerola es la única opción, la panacea, abundan sus gracias exagerando las desgracias del Toncontín para dejarnos sin aeropuerto. Todas con solución si fueran proactivos. Los que saben y quieren nuestra capital sugieren aumentar la pista en su extremo sur. Factible y menos oneroso.

Pero no, hay que dejar huella, como Atila, para que nunca crezca la hierba. Cada gobernante sella su gestión, la mayoría en corrupción, que nos ha destruido hasta la mísera condición de pordioseros internacionales.

Desestimamos prioridades: agua, incendios, talas, sequías y calamidades en ese “sur de mis amores”, según Oliva, que debería preocuparse por algunos diputados politiqueros nada cerebrales. Escuelas, hospitales, en fin, hay tanto qué hacer más importante que un aeropuerto y un centro cívico pésimamente mal ubicado. Distractores millonarios para un país saqueado.

“Cuando un hombre piensa a lo grande se equivoca a lo grande”. JOH es optimista, en exceso, quien mucho abarca poco aprieta y más con la gente equivocada que seleccionó. ¿Lo asesoran, no se deja o no se atreven a contradecirlo? Lo cierto es que el hombre parece estar solo en su objetivo y así se equivocará muchas veces. Goethe: “Muchos hombres no se equivocan jamás porque no se proponen nada razonable”. Los que dejan al rey errar a sabiendas, merecen pena como traidores”. Alfonso X.

Aseguran que el contrato de Palmerola es lesivo para Honduras. Los reptantes juran por JOH que es perfecto. Hablan de más sin conocer lo menos. Coalianza. En el Congreso debaten levantando la mano para no pensar y aprobarlo. He leído lo poco que se ha publicado y coincido en que no debe aceptarse tal cual. El documento tiene que ser responsablemente investigado, ¿quiénes son los operadores financieros, constructores, socios, expropiadores y expropiados? ¿Los que nunca pierden? JOH orden? a los que hicieron el tamal que lo desamarren. Los mismos harán lo mismo. Nada confiables. Hay empresa privada seria y profesionales capaces. Nunca más otro negociazo. Este huele a corrupción.

Modernicen Toncontín en pista e instalaciones, utilicen Palmerola como otro aeropuerto con fines comerciales, sin gastar lo que no tenemos y podemos invertir en seguridad civil y jurídica, represas, carreteras, agro industrias, escuelas, hospitales, medicamentos y alimentos para ser competitivos. Urgencias verdaderas.

“Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas”, Franz Kafka. “Es terrible hablar bien cuando se está errado”, Sófocles. “Quizá esté yo equivocado y tú en lo cierto, quizá con un esfuerzo a la verdad nos acerquemos”, Popper. No permitamos que Tegucigalpa pase de caite a chuña.

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