La transparencia no es una moda

La transparencia no es una moda


Álvaro Sarmiento

Recientemente después de reuniones entre la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih) y el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) el empresario Mario Canahuati, afirmó que lo importante es manejar con transparencia las situaciones y hacer frente a la corrupción. También reconoció que la Misión le está dando un apoyo importante al Gobierno en la lucha frontal contra la corrupción.
Notas de prensa indican que como resultado de estos encuentros, se identificaron cinco grandes campos de trabajo: El nuevo Código Penal específicamente en el tema de corrupción entre particulares y personas jurídicas, un plan nacional contra la corrupción, el planteamiento de trabajar en la ley de financiamiento de partidos, mayor transparencia en el sector público y desarrollar un pacto por la propiedad y mejores prácticas en combate a la corrupción.
La reciente instalación de la Maccih se espera provoque resultados tangibles, similares a los obtenidos durante el último año en Guatemala por la Comisión Internacional contra Impunidad en Guatemala CICIG y el Ministerio Público, donde no dejamos de sorprendernos semana a semana por la apertura de casos penales donde se involucran altos funcionarios públicos, esta semana le tocó el turno a exdiputados acusados de una red de “plazas fantasmas” a lo largo varios años. De hecho el MP guatemalteco ha solicitado se elimine el antejuicio a diputados, incluidos varios expresidentes del legislativo, siempre en el mismo caso.
Al igual que Honduras el presidente Jimmy Morales, ha solicitado apoyo técnico a la OEA para el diseño de una estrategia nacional con el fin de “crear una administración pública con mayor transparencia, mejor gestión gubernamental, más participación ciudadana e inclusión social”.
Se espera que la estrategia incluya la utilización masiva del Open data, una de las herramientas de mayor potencial para asegurar la rendición de cuentas, ya que permite consumir y cruzar información pública con la que un ciudadano o institución no gubernamental puede analizar y comparar por ejemplo el modo en el que se están gastando los fondos públicos. Todos deberíamos conocer con facilidad cuánto cuesta la construcción de cada kilómetro de carretera en cualquier parte del país, dónde es más cara y qué empresa lo hace de manera más eficiente por ejemplo.
La Transparencia no puede ser considerada un fin en sí mismo, los ciudadanos queremos y exigimos transparencia y gobiernos abiertos como herramienta de rendición de cuentas y de participación ciudadana.
La rendición de cuentas abarca también las gestiones, recursos y tiempo del Presidente y sus ministros tal como afirma Esther Arizmendi, del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno de España: “Entendemos que si el dinero público tiene que rendir cuentas, el tiempo público también”. Sobre este tema por ejemplo, también en Guatemala recientemente, una reunión del Presidente de la República con funcionarios de una importante empresa logística provocó reacciones bastante críticas y negativas, a todas luces el “nuevo ciudadano” puede y exige a su los funcionarios un comportamiento transparente.
La transparencia es uno de los tres pilares del Gobierno abierto, que también incluye la colaboración y participación ciudadana. En España podemos encontrar el ejemplo positivo de algunos gobiernos locales como el de la provincia de Salamanca, que se adelantó dos años a la ley nacional de Transparencia con el proyecto Transparencia Salamanca, y que utilizan un índice de transparencia para más de 170 ayuntamientos, comunidades y municipios con 53 indicadores que les puede interesar a los ciudadanos.
La experta Mar Cabra de la fundación CIVIO integra la idea de la siguiente manera: el gobierno trabaja para los ciudadanos y debe comunicarles lo que se está haciendo, cuáles con las agendas, los proyectos, las leyes, cuánto cuestan las cosas y hacer disponible en un formato reutilizable esa información y esos datos.
Por otro lado, tal como afirma Borja Colón, especialista en el tema de la diputación de Castellón, “la transparencia nace y se ejerce eficazmente desde lo electrónico”.
La transparencia no es un traje que está de moda, debe ser parte del ADN del buen gobierno. Por ello la estrategia y nueva normativa de transparencia debe incluir provisiones que requieran al funcionario de alto nivel a publicar sus agendas, al menos informar con quién se reúnen, y el objeto de la misma.

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