Dolarización e iniciativa del CN

Dolarización e iniciativa del CN

Editorial El Heraldo

La eliminación de los cobros en dólares que acostumbran algunas empresas por determinados bienes y servicios ha sido un anhelo de los usuarios desde hace varios años.

Y es que tarifas de celular, cable e Internet, así como alquileres de casas o automóviles, entre otros, no se aplican en la moneda nacional, que es el lempira, sino que en dólares, anticipándose así a la devaluación quienes tienen la ventaja de poder hacerlo gracias a lagunas jurídicas.

En el caso de los negocios de televisión por cable, medios inalámbricos e interactivos, sabemos por Conatel que mueven enormes cantidades de dinero. Solo la televisión por suscripción generó en 2015 más de 800 millones de lempiras. No se trata entonces de un sector que está sobreviviendo, más bien todo lo contrario, está en pleno apogeo. Y si buscamos el por qué de la alta demanda podríamos mencionar la falta de espacios para recreación, sobre todo en las ciudades, la inseguridad que impele a estar en casa tempranito y pensarlo dos veces antes de salir el fin de semana, los hábitos cada vez más sedentarios de los hondureños y hasta los altos costos que implican para una familia promedio ir a ver una película al cine.

Pero esta dolarización informal, un factor que incide en las jugosas ganancias que registran este y otros sectores, le va bien a quienes tienen la sartén por el mango, pero no a la gran mayoría.

Es por eso que la iniciativa de Ley con la que el Congreso Nacional busca eliminar esos cobros en dólares son bien vistos por los hondureños que se encuentran asfixiados por la inflación, la carga impositiva y la deficiente prestación de servicios públicos que obligan, en la medida de lo posible y según sea la urgencia, a acudir al sector privado, que tampoco se tienta el hígado para exprimir a los consumidores. El cobro de bienes y servicios en dólares viene a succionar aún más los salarios de los hondureños, que son en lempiras. El reclamo para que se establezcan sanciones contra quienes impongan cobros en dólares se ha venido haciendo desde hace tiempo y esperemos que esta vez sí se hagan las regulaciones necesarias para poner fin a una fiesta en la que a los pobres consumidores les ha tocado bailar con la más fea.