Inversión

Por Noé Pineda Portillo
noepinedap@yahoo.com

Aunque no es la panacea o sea, la medicina que cura todos los males, sin embargo, no se puede negar, que tanto lo que se llama inversión económica o financiera, ayuda enormemente a la paz y el orden de muchos países.

Recientemente, estuvimos de nuevo en la ciudad de Chicago y observábamos cómo en los suburbios o ciudades pequeñas que rodean la gran ciudad, tenían un gran movimiento comercial e industrial y donde la gente se moviliza a través del transporte público y privado y gozando de una envidiable tranquilidad. A diferencia de nosotros en Honduras, donde la pobreza asoma por todos lados y ese mal ancestral y que aumenta día a día, es el caldo de cultivo para tanta delincuencia, dando lugar a una cultura de insensibilidad humana hacia los muertos que a diario aparecen en nuestra vecindad.

En términos estrictamente económicos, el objetivo de una inversión financiera y una inversión económica es mejorar el crecimiento de un negocio, lo que en última instancia, aumenta las ganancias. Las empresas, y en cuenta el Estado como tal, tienen que poner algo más que dinero en sus operaciones. También tienen que invertir en activos estratégicos y no tangibles para que el negocio prospere. Ahí está la diferencia entre una inversión económica y una inversión financiera.

Una inversión extranjera asigna recursos en un activo financiero, tal como una cuenta bancaria, acciones, fondos de inversión, divisas y derivados.

Una inversión económica pone recursos en algo que puede generar beneficios por encima de su costo inicial. Aunque estos recursos incluyen dinero, las inversiones también se pueden hacer en tiempo, asistencia y tutoría. Asimismo, los activos no se limitan a los instrumentos financieros. Una inversión económica puede incluir la compra o actualización de maquinaria y equipo o la adición de fuerza de trabajo. Un ejemplo de inversión económica puede ser un programa de reembolso de matricula para los empleados. La expectativa es que los gastos de la empresa den lugar a que un empleado utilice la educación de manera que beneficie a la empresa. Lo mismo sucede cuando el Estado invierte en la educación pública y favorezca la educación privada, esos contingentes, en forma planificada, deben concurrir a las empresas del Estado y de la empresa privada.

He aquí, donde queremos hacer énfasis con la inversión procedente del Estado o promovida por el Estado a través de su gobierno. Por eso nos alegra el interés de empresas brasileñas de invertir en Honduras. Si el Estado promueve inversión extranjera o inversión privada nacional, es factor importante para combatir la delincuencia al abrir nuevas fuentes de trabajo, donde la población económicamente activa pueda producir y tener ingresos que puedan surtir sus necesidades del hogar. La Población Económicamente Activa (PEA) estando ocupada no tiene por qué pensar en hacer cosas malas, cuando tiene ingresos económicos para vivir.

¡Ah! dirán algunos compatriotas, pero quién va invertir si no hay seguridad ni jurídica ni social. La verdad es que caeríamos en círculo vicioso, si no empezamos por algo. Lo importante es empezar por lo más factible, mientras tanto, ir combatiendo lo otro en forma sistemática, pues no hay mal que dure cien años. Lo importante es empezar, pero antes, debe estar basado en un plan estratégico, para no dar lugar a la improvisación a la que estamos acostumbrados. Entonces, manos a la obra.