ICF, estudiantes y reforestación

ICF, estudiantes y reforestación

Editorial El Heraldo

Ha causado desconcierto la reacción de un grupo de estudiantes de secundaria que antes se oponían a la alfabetización y ahora también a la reforestación que como opción les ha dado la Secretaría de Educación para cumplir con su Trabajo Educativo Social (TES).

Eran entendibles y razonables los cuestionamientos que los jóvenes, sus padres y hasta maestros hacían al programa de alfabetización, el que sacó a relucir, entre otras cosas, el oportunismo de alfabetizandos cuya motivación no era aprender a leer y a escribir, sino el dinero que cobrarían por ello.

Pero ahora que a los colegiales les ha dado también por buscarle cinco patas al gato con el asunto de la reforestación, es difícil comprender qué es lo que quieren. Y es preocupante la actitud nada constructiva y ciertamente desafiante de estos jovencitos, que parecen dignos herederos de aquellos maestros revoltosos que con demasiada facilidad salían a las calles a protestar, con causa justificada o sin ella.

Los reticentes colegiales alegan ahora que sembrar cien árboles en un año también es oneroso, descartando a priori toda posibilidad de realizar actividades extracurriculares para recolectar fondos de modo que les toque cubrir lo menos de su bolsillo o del de sus padres.

Pero, mientras ellos han visto solo obstáculos, las autoridades del Instituto de Conservación Forestal (ICF) vieron una oportunidad. Y es que han anunciado que los colegiales pueden sumarse al proyecto del gobierno para plantar 13.2 millones de árboles durante este año.

Recordemos los efectos nefastos de la plaga del gorgojo descortezador de pino, que ha echado a perder al menos 442,000 hectáreas de bosque, así como los incendios forestales que han afectado otro tanto.

El ICF y los estudiantes que se aprestan a graduarse saldrán ganando si unen esfuerzos en tan colosal proyecto de reforestación.

Esperemos que los imberbes no busquen más peros y reciban a bien la propuesta del ICF, así no solo estarán cumpliendo con su requisito para graduarse, sino que contribuirán con acciones concretas ante un problema que afecta a todos los hondureños y al que urge darle respuesta.