“Tales por cuales…”

“Tales por cuales…”


Por más que me he rebuscado, no he podido encontrar el origen ni el significado exacto de la expresión usada como título. Sé que es una especie de insulto que oigo desde que tengo memoria, y que sigo oyendo todavía cuando ya casi no tengo memoria en mi disco duro.

En mi búsqueda electrónica solo encontré una vieja película ranchera mexicana filmada en 1965 con el nombre de “Los Tales por Cuales”, protagonizada por el popular artista Eulalio González, alias “El Piporro”.

A lo mejor el insulto es empleado para no decir las palabrotas que el insultante quiere decir, pero que por pudor o respeto a los oyentes no se atreve a detallar con pelos y señas, y en vez de mencionarle la madre y otros antepasados a su víctima le dice simplemente “tal por cual”.

En Honduras estamos acostumbrados a escuchar los insultos que se gritan de acera a acera hombres y mujeres y a estas últimas agarrarse de las greñas disputándose el amor de un hombre o de hombres que se insultan y se matan por el amor de una mujer.

Lo peor es que en las fotos que publican los periódicos las doñitas se ven gordas y feas. En los hombres ya se sabe “que entre el hombre y el oso, el más feo es el más hermoso”. Invento y consuelo para los feos.

Recuerdo las riñas a la salida de clases de la escuela primaria, cuando los perdedores, sangrantes y desgreñados, soltaban los insultos oídos a sus mayores: “Tu madre. La tuya. Tu abuela, no tuve”. Y un largo etcétera.

En las campañas políticas de todo el mundo los candidatos a todas las chambas se sacan los trapos al sol y se dicen hasta de que van a morir. Faltan pocos meses para que los hondureños nos entretengamos oyendo los insultos de los políticos criollos. Mientras tanto, escuchamos los insultos de los candidatos republicanos y demócratas en los Estados Unidos.

A la doña que quiere ser presidente por los demócratas la han atacado por todos lados, desde haber utilizado un servidor de uso personal para asuntos oficiales, hasta haber permitido las infidelidades de su marido cuando fue presidente. Ninguno de estos asuntos es pecado ni delito entre nosotros. Aquí los servidores se usan para todo y las infidelidades conyugales no asustan a nadie.

Allá y en todos lados son frecuentes los inultos sobre la homosexualidad de los candidatos, con la indignación de los que defienden la práctica de las preferencias sexuales, como en nuestro caso la Comunidad Lésbico Gay.

Pero el que se ha saltado las trancas insultando gente en lenguaje que dejaría pasmados a los arrieros que tratan a las vacas de p… para arriba, es el exconductor de buses venezolano-colombiano Nicolás Maduro, llamando a sus opositores y a los que lo atacan desde afuera de basura y m… hacia adelante.

Al secretario general de la Organización de Estados Americanos, el diplomático uruguayo Luis Almagro que está pagando injustamente los pecados de su antecesor Miguel Insulsa, lo llamó basura al servicio del imperialismo yanqui, además de otras palabrotas de su amplio repertorio.

Al diplomático de carrera Almagro se le salió el indio charrúa y le contestó que era un “dictadorzuelo”, los cual no fue realmente un insulto. Solo le dijo la verdad.

Con España las relaciones diplomáticas están tensas desde tiempos del difunto. Maduro ha agarrado de encargo al presidente del gobierno español, doctor Mariano Rajoy, a quien en sus diarias peroratas radiales trata de tú y le dice que se vaya a la m… y que no sabe con qué lengua se ha metido. Lo cual es cierto.

En Venezuela viven alrededor de 200 mil españoles que junto al gobierno de su país tienen cuantiosas inversiones, a las cuales el “dictadorzuelo” está asfixiando por todos los medios. No les autoriza divisas para importar materias primas ni tampoco para remitir utilidades a la madre patria.

Rajoy no le ha contestado con los insultos propios del carretero. Se ha limitado a llamar a su embajador para consultas y el viernes anterior reunió a un grupo de notables españoles para discutir el asunto.

No podemos esperar mucho de este tal por cual…

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