USA y el chantaje cubano

USA y el chantaje cubano


Por: Óscar Antonio Oyuela
Sin mayores preámbulos hay que decir que Cuba, desde la “revolución” del 59 que soñaba instaurar la dictadura del proletariado terminó convertida en dictadura castro-comunista, ha sido subvencionada por la comunidad internacional valiéndose de la influencia de sus aliados, primero la URSS después Venezuela y ahora quiere que Estados Unidos financie sus gastos y haga fácil el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con un Obama complaciente que ha dado mucho a cambio de nada.

Cuba ante una inminente bancarrota económica y social a partir de la crisis petrolera venezolana ha puesto en marcha el mayor chantaje que jamás hayan creado sus centros de inteligencia contra los Estados Unidos de América con el propósito de presionar al Congreso estadounidense apruebe el desbloqueo económico y preserven las leyes migratorias que son principal fuentes de remesas que oxigenan la economía de la isla y ayudan a sobrevivir a la mayoría de las familias cubanas por consiguiente, el régimen no ve con agrado la sugerencia del New York Times y la postura de algunos influyentes congresistas republicanos de que se reforme o se derogue la ley del Ajuste Cubano y demás reglamentos y decretos complementarios que otorgan rápidos beneficios económicos, residencia permanente y ciudadanía norteamericana en tiempo récord a los cubanos que llegan a tierra estadounidense, privilegios que no tienen los centroamericanos, aunque Raúl Castro grite a los cuatro vientos para consumo externo, que esas leyes son las causantes de la migración masiva de isleños que hoy es tema fundamental del SICA y la OEA, representando además, fuertes erogaciones presupuestarias para los gobiernos de la región, desde luego, respondiendo al sentido humanitario que ha caracterizado a nuestros pueblos y en cumplimiento de principios humanos establecidos en convenciones internacionales.

Los cubanos varados en Panamá y Costa Rica sin que se den cuenta la mayoría son objeto de un funesto proyecto político o una equivocada estrategia castrista que persigue obtener concesiones del gobierno estadounidense antes del recambio del inquilino de la Casa Blanca. Cuba está al borde del precipicio económico y social, aún cuando Rusia le condonó 90 por ciento de la deuda de 35 mil millones de dólares en reconocimiento a sus servicios de espionaje desde la base de escuchas de Lourdes que interceptan comunicaciones de los Estados Unidos. México conmutó la deuda de 500 millones de dólares (¿está México en la jugada del chantaje cubano como seguramente lo está Ecuador de Correa y la Nicaragua de Ortega?). Argentina en la administración de Néstor Kirchner amnistió el pago del 75 por ciento de mil 900 millones de dólares comprometiéndose Cuba pagar el 25% restante con medicamentos, servicios de tecnología sanitaria, capacitaciones y atención hospitalaria. Uruguay, en el gobierno de Mujica, dispensó la deuda cub
ana de 31.5 millones de dólares en el marco de la “Cooperación Solidaria”, algo así como “Sur-Sur”. Cuba le debe a Venezuela 1,193 millones de dólares sin incluir el petróleo a precio regalado que recibió de Chávez y del otro pupilo de Maduro. Aún con todo este respaldo internacional Cuba no ha podido hacer realidad su proyecto utopista de la prosperidad para felicidad del pueblo pero sí cumplió lo que dijo Fidel Castro en la Universidad de Concepción, Chile el 18 de noviembre de 1971: “Elecciones, ¿para qué?… “el ideal es el partido único, con mando único…”. Con el tiempo los cubanos se han ido acostumbrando al nuevo estilo de vida de dependencia de un “papa estado” que decide todo. Pero ante la actual correlación de fuerzas políticas en el Continente con un chavismo en agonía, la victoria del demócrata argentino Mauricio Macri, la agudización de la crisis política económica y social de Brasil, el triunfo legislativo de la oposición venezolana y el Acuerdo de Paz que suscribirá el gobierno de Juan Manuel S
antos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia cuyos dirigentes tendrán más temprano que tarde responder ante los tribunales de justicia, ahora el régimen castrista manipula a la gente para que salga de la isla masivamente como está ocurriendo en estos momentos cuando miles de migrantes cubanos se están abriendo paso por Centroamérica y México para exigir derechos que se desprenden de la ley federal aprobada en la administración de Lyndon Johnson en 1966 para proteger a los perseguidos políticos cubanos.

El congresista Carlos Curbelo quiere “poner fin a los abusos a la Ley de Ajuste Cubano”. Considera que es aplicable a los perseguidos políticos, por consiguiente, ha presentado un proyecto de ley que busca frenar uso abusivo de los beneficios que reciben los cubanos que llegan a USA y son acogidos como refugiados políticos, una medida que de ser aprobada los dejaría en igualdad de condiciones con el resto de los inmigrantes.

Los centros de estudio de políticas internacionales o think tanks consideran este plan como un “error estratégico” de Cuba y que de Centroamérica y México depende, en cierta forma, el éxito o fracaso de este “chantaje cubano”.

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