Impuestos y escalofríos

Impuestos y escalofríos


DARWIN PONCE

El gobierno norteamericano no le tiene miedo a CASI nada... No teme a enemigos internos o foráneos, no le teme a extremistas, terroristas o a locos gobernantes. Mucho menos le teme a economías emergentes, nuevas tecnologías, a la proliferación de armas nucleares, a los narcotraficantes con sus sórdidos corridos y sus pistolas de oro ni a otras siniestras amenazas.

Dije que el gobierno norteamericano no le tiene miedo a CASI nada. Entonces, ¿se colige que le deben temer a algo? Definitivamente: A los contribuyentes, especialmente cuando estos le piden cuentas a su gobierno sobre los dineros que pagan religiosamente.

La expresión “el dinero de los contribuyentes…” es una expresión casi sagrada y, cuando se antepone la pregunta: ¿Esto se hizo con el dinero de los contribuyentes…?, la cosa empeora.

Contrario al norteamericano, nuestro gobierno se ha hecho con la idea de que el dinero de los contribuyentes es de su propiedad. Se están volviendo expertos en pedirlo, exigirlo, extraerlo, sacarlo. Y más expertos aún en las técnicas de amedrentamiento, tortura psicológica, exhibición pública, tácticas legales, estrategias de comunicación, etc. y aseguran algunos expertos que esto solo es el principio…

Ante esta realidad deberían surgir observatorios para pedirle cuentas al gobierno sobre el uso y fin de los dineros de los contribuyentes. Estos observatorios pueden especializarse en temas paralelos a los renglones del presupuesto nacional y luego preguntarle al gobierno: “¿Están mis impuestos pagando o financiando transacciones contractuales con empresas o corporaciones que hayan sido encontradas culpables de fraude, desfalco, robo, falsificación, evasión de impuestos, soborno y violaciones a las leyes nacionales o internacionales en relación con la obtención de contratos públicos…?”, para citar un ejemplo de los mismos norteamericanos.

Los impuestos los administra el Estado, pero sigue siendo nuestro dinero. ¿Cómo es que la DEI pide que les abramos nuestros libros, pero el gobierno no abre los propios? ¿Con qué cara nos exigen pagar los impuestos? Antes de comenzar la cacería, deberían bañar a sus canes. Antes de visitar a las empresas con sus caras largas, deberían lavárselas y esperar a que se les pase el sonrojo frente al espejo de la moral pública. Porque les debería dar vergüenza pedir lo que después se ha derrochado en sonados e inauditos escándalos.

Tenemos que proteger nuestros impuestos y pedir cuentas al Estado por cada centavo. Hablo por todos los que pagamos impuestos. Los que no pagan impuestos no pueden exigir ni criticar nada. Es cuestión de justicia. Y lo justo es que pague el grande como el pequeño contribuyente. Que tres departamentos de Honduras prácticamente mantengan a los otros 15 es penoso. Así no se puede trabajar. Dan ganas de largarse. Dan ganas de no hacer nada y que el Estado se muera de hambre.

Aprovecho este espacio para preguntarle al Ejecutivo: ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO CON MIS IMPUESTOS?... Espero que el escalofrío les dure un buen rato.

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