Lo que nos dejò el año 2015

Lo que nos dejó el año 2015

Lo que nos ha dejado el año 2015 a los simples mortales hondureños, ignorantes de los tecnicismos que usan los personeros del gobierno, cuando nos tratan de endulzar la difícil situación que vivimos la gran mayoría de los hondureños, tanto que muchos se lo creen a pies juntillas.

Lo primero que no entiendo, es cuando dicen que la pobreza ha disminuido en nuestro paìs, pero es cuando más veo menesterosos por todos lados, aunque dicen que con los diferentes programas sociales que maneja el presidente de la república, esto es lo que ha permitido dicha disminución de los pobres.

En segundo lugar no entiendo cuando dicen que la economía del país está mejorando de acuerdo a sus indicadores macroeconómicos, pero no veo que nos beneficie a la mayoría de los hondureños, pues cada vez que voy al mercado, veo como debo destinar más dinero para comprar lo que siempre he comprado para alimentación, los servicios públicos en ascenso, mis ahorros disminuyendo aceleradamente gracias a la devaluación, cuando asisto a los servicios de salud, lo pienso y repienso si tendré la fortuna de que se me dispensen los medicamentos que necesito, pero en cuanto llego a la farmacia, se me eriza la piel cuando me dicen lo que debo gastar, pues en las farmacias del estado no hay.

si debo salir a hacer algún mandado a la ciudad, ando tan estresado al solo pensar si podré regresar a la casa, pues la delincuencia está a la orden del dìa, cuando miro a muchos políticos como cambian de status social, con más propiedades, más dinero, mejores autos, mas queridas, en fin todos unos magnates, siento un estremecimiento al saber cuántos de ellos utilizaron los recursos del estado para lograr ese cambio, me sorprende ver a policías con carros de lujo, pienso que gratificante es ser policía pues me imagino que tienen unos salarios fabulosos, a veces pienso que el presidente Obama se pone pálido ( aunque no se le nota por su color), cuando veo que nuestro presidente ha viajado más que èl en dos años que Obama en dos periodos en USA, me indigna saber que el servicio diplomático de Honduras, es lo más inoperante, tanto que el presidente de la república tiene que andar de paìs en país firmando, solicitando, promoviendo al país, trabajo que tienen que cumplir los diplomàticos asignados en los países que mantienen relaciones con nuestro país, en fin, es tanto lo que sucede en nuestro país, que no entiendo como salimos adelante, pero lo que si en verdad me da pavor, es saber que los políticos como tal no existen en mi país, lo que tenemos son mercaderes de la política, quienes fríamente calculan las ganancias que van a obtener por lograr ser ya sea diputados o alcaldes, pues es bien sabido que invierten generosas cantidades de dinero, y pienso ¿Lo harán por amor a la patria?

Pero todo esto ha ocurrido en recién el año que finaliza, para el próximo año, espero que nuestro presidente sea más austero, que haga trabajar a sus ministros y no como ha ocurrido en donde el ha tenido que tomar todas las decisiones que a ellos les correspondía tomar, hacer que los embajadores en los países amigos cumplan con su trabajo de representar al país y al presidente, para que este pobre señor pueda recuperarse de tanto trajín de andar para arriba y abajo, que la administración del estado sea transparente, que la partida discrecional sea abolida, que todos los gastos que ejecuta el gobierno sean publicados y tengan su soporte, que los diputados se desprendan de sus intereses personales y piensen en la gran mayoría del pueblo hondureño, que se debate en la miseria gracias a las decisiones tomadas en beneficio de unos pocos, que están empobreciendo más a los hondureños, que no sigan entregando los recursos naturales por baratijas, que la impunidad sea disminuida drásticamente, que la aplicación de la justicia sea pronta, que la policía nacional, ejército,policía militar, se coordinen adecuadamente para prevenir el delito,investigar los delitos ya ejecutados, en fin... creo que estoy soñando o ... es el hambre que tengo, pues para ahorrar, me tengo que saltar un tiempo de comida.