Un futuro sombrío: el cambio climático

Un futuro sombrío: el cambio climático


Por: Mario E. Fumero.
¿No se ha dado cuenta que este mes de diciembre del 2015 no hizo frío, como era de costumbre en Tegucigalpa? Esta es una señal del fenómeno producido por el cambio climático, ya que la temperatura del planeta está aumentando lentamente, lo que conlleva una serie de fenómenos naturales que actualmente afectan a muchas regiones, países y continentes.

Hemos visto cómo tornados e inundaciones han afectado a los Estados Unidos, y a los países de Suramérica. Ciudades y pueblos están quedando sumergidos bajo las agua, mientras que en otros lugares, la sequía está causando estragos y muchas personas mueren por falta del precioso líquido y alimentos. El fenómeno del cambio climático, causado por la contaminación de ríos y mares, así como de los gases emanados de vehículos y fábricas, han deteriorado el escudo protector del planeta que evitaba que los rayos solares afectaran la temperatura, dando lugar a muchas irradiaciones originen muchos tipos de cáncer en la piel.

La Biblia habla, como señal de los últimos tiempos, de una gran hambruna que azotará al planeta en los tiempos del fin. En Mateo 24:7 se pronostica que habrá terremotos, epidemias y hambre en diferentes lugares, tres fenómenos de los cuales todos somos testigos. En el libro de Apocalipsis (o Revelaciones) 3:8 se menciona que la tercera parte de la población mundial, que es el 25%, moriría a espada; que significa guerra. Pestes; que simbolizan epidemias o plagas, y de hambre; que refleja la crisis ecológica que produce la destrucción de la producción agrícola. Estos fenómenos ya son una realidad visible en todo el planeta.

La tierra, que es nuestro hogar, tiene suficientes recursos para suplir alimento a los cinco mil millones de habitantes que lo habitan, pero el abuso que hemos cometido en la naturaleza, destruyendo sus bosques y recursos naturales, ha acelerado el aumento de la temperatura, así como la aceleración de la evaporación del agua y la desertización. Muchas regiones del planeta se han convertido en desiertos, cuando antes eran bosques y selvas frondosas. La ambición y el mercantilismo está destruyendo el planeta, y el pronóstico futuro para la sobrevivencia de la población mundial es preocupante y alarmante.

¿Se podrá detener el deterioro climático? Considero que será imposible, porque no queremos renunciar a nuestro estilo de vida contaminante, el cual es cómodo, pero destructivo. No estamos dispuestos a andar en bestias o caminando y retroceder a la Edad Media. Por otro lado, los grandes monopolios no quieren permitir que las energías limpias salgan al mercado, y cuando esto ocurra, ya será demasiado, tarde porque el daño ecológico será irreversible.

Todo esto forma parte de las profecías bíblicas y tristemente no podemos cambiar el designio divino. En realidad Dios no tiene la culpa de lo que está ocurriendo. Cuando creó al hombre, le dio el dominio de la tierra para que la administrara y gobernara (Génesis 1:28). Si el hombre no ha sabido cuidar su entorno natural, y como consecuencia, sufrimos estragos debido a nuestra indiferencia ¿tendrá Dios la culpa de ello? En realidad cosechamos lo que sembramos, y hoy Honduras sufre los estragos del cambio climático del cual se habla mucho, pero tristemente se hace poco para detenerlo.

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