Pasó la Navidad… Año Nuevo
Pasó la Navidad… Año Nuevo
EXDOCENTE UNIVERSITARIO
Pasó la agitación por comprar los regalos navideños para los seres queridos y los afanes domésticos para disfrutar la cena navideña; pasó el movimiento al interior de los hogares decorando el árbol que ilumina un rincón especial cerca del nacimiento signo de la venida del niño Jesús, colocando adornos en varios espacios de la vivienda; pasó el realce de los actos religiosos, tratando mediante oraciones de olvidar situaciones desagradables, perdonando y siendo perdonados si hemos sido agraviados o fuimos nosotros los que ofendimos; descartando los malos entendidos, los rencores, las frases hirientes, para poder estar en paz y felicidad consigo mismo y con los demás.
En el Año Nuevo, más allá de todo lo sucedido, pensemos en lo pendiente por suceder, manteniendo un pensar activo en el presente que es el tiempo que podemos controlar, con la mirada hacia adelante sin detenernos en el pasado porque lo hecho en el pretérito hoy lo estamos viviendo, procurando seguir la vida con optimismo, sentido positivo y realismo; siendo así, el 2016 lo recibiremos con la misión clara de nuestro existir y en vez de Año Nuevo, hablemos de personas con mentalidad nueva, dispuestas a dar un giro en el comportamiento conformista e indolente por uno activo y eficiente para lograr superar la situación que vive el país que nos tiene en el escenario actual, sumidos en la peor crisis de nuestra historia contemporánea por la corrupción e impunidad. En el Año Nuevo debemos de tener una visión precisa de lo que compete hacer, superando los prejuicios, asumiendo posiciones constructivas, beligerantes y propositivas; nuestra participación en cualquier esquema de acción en procura de tener un país con futuro no la podemos ni debemos eludir, porque seríamos cómplices de los que mantienen esta situación para beneficio particular en detrimento del conglomerado nacional donde todos estamos inmersos.
Entonces con serenidad y profunda meditación, hacernos una promesa de vida: Ser parte de un cambio verdadero y profundo que contribuya al bienestar nacional, cambiando primero nosotros, porque si seguimos en lo mismo, lo mismo recibiremos, dando nuestro aporte decidido y tener una conducta humana-social como en Navidad; que la humildad y la solidaridad signen nuestros corazones para que el existir sea más pleno y dichoso. Que así sea.
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