¿Miente el Presidente?

Por José Segovia Ynestroza

Quisiéramos creer que no, pero de lo que si estamos seguros es que para algunos de sus ministros lo que el señor Presidente prometa o se comprometa a ejecutar les vale “guángara”. ¿O será que es resultado de compadre hablado? Para corroborarlo hemos de referirnos a lo que pasó en Azacualpa.

Azacualpa es uno de los más impresionantes altiplanos a orilla del Distrito Central y que también forma parte del bello pero abandonado municipio de Tatumbla, con demostrada capacidad en la producción de hortalizas ideal para el cultivo de aguacate hass, fruta que importamos de México y Guatemala por más de 400 millones de lempiras, melocotón, manzana etc. y el ingeniero Ricardo Lardizábal propone inclusive la cría de ganado de leche; su gran belleza plantea una gran oportunidad turística: senderismo, ciclismo, ecoturismo etc. Todo esto podría desarrollarse en beneficio de sus pobladores, gente buena y trabajadora, pero los responsables en el gobierno no alcanzan a verlo a excepción del señor Presidente que en solo un par de visitas reconoció todo su potencial; desafortunadamente los responsables de ejecutar lo ofrecido lo han dejado como un prominente mentiroso y esto que en lo que corresponde a la SAG tienen en su amplio repertorio burocrático todo tipo de técnicos, (algunos muy capaces pero inmóviles por las más diversas razones, todas injustificables), direcciones y subdirecciones que se identifican con las más intrincadas siglas, asesores que se la pasan sentados haciendo informes que nadie lee por insulsos e intrascendentes; resumiendo, el Presidente promete pero a los responsables de ejecutar sus compromisos les vale un virote y el hombre queda como un mentiroso.

No podemos comprender cómo se pueden retener más de 1,000 empleados en la SAG y que todos tengan una hoja de servicios inmaculada como igual reclama el general Pacheco que sucede en la Policía al grado que a nadie se pueda retirar por inamovible o que se tenga de delegar el pago de empleados y demás servicios en otras instituciones fuera del gobierno como en OIRSA, para que los fondos dentro de la Secretaría no les sean intervenidos.

A mi edad me ha tocado identificar a muchos sentados en la silla presidencial pero como lo reconoce ya mucha gente el que hoy tenemos no va a morir sentado y no identificamos en sus propuestas y promesas planteamientos inejecutables; lo que sí le sobra al señor Presidente son secretarios irresponsables sin ningún compromiso ni amor a Honduras, que no pueden ni poner orden en sus secretarías, mucho menos ejecutar sus mandatos y si no corrige a tiempo quedará para la historia como un buen ejecutivo sin ejecutores; hoy por hoy lo que tiene son muchos viajeros cumpliendo sus sueños de conocer el mundo de gratis. Reconocemos la excepción de funcionarios como el Secretario de Educación, el de Relaciones Exteriores y algún otro, pero señor Presidente si no quiere que le sigan dejando las cosas a medias como en Azacualpa, evalúe y corrija. Señor Presidente su promesa en Azacualpa se ha quedado a medias y en no más de lo que usted ya vio y los que la visitan llegan a tomarse fotos, a saludar con sombrero ajeno lo que les encanta o de los departamentos, promocionales del gobierno que llegan con la desfachatez de hacer entrevistas con libreto que los agricultores deben contestar; no hay un tan solo técnico permanente de la SAG, nos removieron hasta el que se había conseguido para apoyar el cultivo del aguacate, un profesional comprometido. Los agricultores están frustrados.