¡Seiscientos mil empleos!
¡Seiscientos mil empleos!
Por Segisfredo Infante
A veces el suceder económico se convierte, por la cantidad exorbitante de datos, en un Laberinto cretense. Sobre todo cuando los datos son repetitivos y contradictorios, en las cifras quincenales publicadas en los medios masivos o exteriorizadas, a quemarropa, por los voceros de los sectores empresariales. O bien de otros sectores. Este Laberinto legendario de la Antigua Creta, que es una pequeña y misteriosa isla del Mar Mediterráneo, se reproduce, metafóricamente, en países pequeños. Pero también en países grandes o con economías poderosas. Tal es el caso que muy pocos sabían, o pudieron prever, los desencadenantes de la inmensa crisis financiera que detonó durante el segundo semestre del año 2008. Ni siquiera (o mucho menos) los expertos que habían aplicado valores de la física cuántica en los años noventas de la pasada centuria, y en los comienzos del siglo veintiuno, a los cálculos econométricos. Pues olvidaron (ya lo hemos dicho en otros artículos) que la economía es una ciencia social de difíciles predicciones para el futuro mediato y de largo plazo. Sobre todo si consideramos que en los desempeños económicos interviene, en forma directa, el comportamiento humano. Y el ser humano continúa siendo el factor “equis” más impredecible de todos los factores históricos.
Nosotros, aquí en la provincia, hicimos en la década del noventa, algunas alusiones tímidas al asunto de las poderosas burbujas económicas y financieras. Hablamos de los ya conocidos “ciclos económicos”. Sobre todo a partir del excesivo antikeynesianismo que se puso de moda, en forma por demás arrogante; y también a partir de la crisis de títulos valores en varios países del “Sudeste Asiático”, que estallaron durante la segunda mitad de “los alegres años noventas”. Esto está publicado en el ya desaparecido periódico “El Nuevo Día”. E incluso en LA TRIBUNA. Pero aquí en Honduras podríamos inventar una fórmula matemática parecida a la famosa ecuación energética de Albert Einstein, y nadie repararía en su importancia. O alguien (incluso otro hondureño) repetiría la fórmula sin tomarse el cuidado de “entrecomillar” la fuente bibliográfica, como ya ha ocurrido varias veces en los últimos años. No hablo sólo de economía, sino asimismo de historia, poesía, sociología y filosofía. No se cita la fuente porque el autor que debiera ser citado se desdeña o “cae mal”; o porque resulta difícil que calce con la ideología del “chepeador” o plagiario de turno, sea hondureño o extranjero. Empero, tarde o temprano, los verdaderos investigadores imparciales averiguan el origen auténtico de algunas frases, versos y propuestas teóricas y prácticas. (Es costumbre, entre nosotros, citar o sugerir solamente las fuentes bibliográficas que derivan de las obras de los amigos y “amigotes” ideológicos).
Pues bien. Aterricemos un poco. Es indiscutible, o indubitable, que la imagen internacional de Honduras ha mejorado en los últimos meses de este año. No solo en un renglón de la vida económica y social. Sino que en varios renglones saludables. Veamos en forma sucinta estos mejoramientos: A) El “Programa Honduras Veinte-Veinte”, propuesto por el actual gobierno de la República, fue aceptado por el sector empresarial maquilero de la zona norte hondureña, y ha recibido el visto bueno de organismos de financiamiento internacional como el “BID”. Quizás sea este el motivo principal por el cual los representantes maquileros y el presidente de la República, asistieron a la más importante cumbre mundial de la industria textil, realizada en Dinamarca, avalada por cuatrocientas empresas multinacionales, vinculadas a otros negocios colaterales. El “Programa Veinte-Veinte” tiene como objetivo final la creación, durante cinco años, de seiscientos mil empleos público-privados, en que la maquila, ya diversificada, llevaría la voz cantante, sin olvidar otros rubros económicos como el turismo, la vivienda y el importantísimo sector de los “agro-negocios”, habida cuenta que Honduras, a pesar de los pesares, sigue siendo un país de vocación agroforestal. No hay un acuerdo tajante sobre la cantidad de empleos que van a ser creados. A veces las proyecciones de los voceros parecen contradictorias en los números. Pero es evidente que los maquileros seguirán siendo los líderes en materia de creación de empleos privados. B) Honduras ha mejorado su calificación financiera internacional, pasando de un tres negativo, hacia un tres positivo, y finalmente hacia un dos positivo. Esto lo subrayamos (también el tema textilero) en el programa televisivo “Economía y Cultura”, con el excelente economista privado don Guillermo Matamoros. C) Nuestro país ha mejorado, a nivel mundial, cinco posiciones en materia de “ambiente de negocios”, es decir, de agilización tramitológica y de libertad comercial, a pesar del constante boicot de la violencia organizada. D) Por último, es halagüeña la noticia del actual presidente en el sentido que serán morigeradas las tarifas eléctricas.
El señalamiento de lo altamente positivo no significa, de ningún modo, que escondamos lo negativo del semi-empleo; desempleo; extorsión de negocios; irrespeto a la vida humana; encarecimiento de la canasta básica; etc. Significa la búsqueda del equilibrio en una sociedad morbosa que se encanta, y se autoenajena, con la noticia negativa.
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