Indignante farsa y mediocridad

Indignante farsa y mediocridad

GASPAR VALLECILLO MOLINA

Farsa. Obra de teatro burlesco de poca calidad y mal gusto que hace reír pretendiendo engañar, aparentar u ocultar algo. Orgulloso de mi descendencia, no exagero al considerar a mi hijo Gabriel un profesional con vasta cultura, estudioso de las letras y un verdadero artista en el arte de videomapping, técnica que crea imágenes o videos que se proyectan sobre objetos tridimensionales, construcciones y casi cualquier superficie, convirtiéndola en pantalla de video dinámica, con acompañamiento sonoro. Con entusiasmo y preparación ha participado en bienales de arte en Italia, Estados Unidos, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Panamá, México, Honduras y ahora en Salamanca, España, junto a Heleci Ramírez, artista hondureña radicada en España, en el Concurso Suelo Monocromático del Festival de la Luz y Vanguardias, con su obra “Cielo de Salamanca”.

Estos soñadores fueron finalistas, premiando así su esfuerzo y conocimiento. Nadie más que ellos intervinieron en su presentación, pero como siempre hay una farsa montada, Relaciones Exteriores en su página oficial se atribuye el crédito de los artistas escribiendo “esta es la primera vez que participan en una obra colaborativa de videomapping y fuera de Honduras, gracias al apoyo del embajador de Honduras en España Norman García”. Indignante descaro. Falso y tendencioso. Hubo réplica que el periódico que se dice ser tribuna, manipuló antojadizamente.

Conociendo la incultura que prima y priva en el gobierno, nunca solicitaron apoyo por la consabida negativa que ya ha recibido mi hijo en varias ocasiones al pretender participar en eventos nacionales en los que contratan a salvadoreños a mayores costos. Desprecian lo hondureño de igual o mejor calidad. Sectarismo e intolerancia. ¿Cuál marca de país? ¿Otra farsa?

El robo de créditos es reflejo del abuso del ignorante con poder sin valores que respetar. La farsa es corrupción. Aplaudo a Gabriel y Heleci y reprocho indignado la osadía irresponsable del comunicado en cuestión.

Mediocridad. Persona no inteligente, sin capacidad para la actividad que realiza por desconocimiento e insensatez. La forma más rápida de conocerla es en aquel que no se siente “ignorante” o sienta que no necesita continuar aprendiendo. Es capaz de convertir a una persona en esclavo de sus propias actitudes y acciones.

El mejor ejemplo de mediocridad es la actitud de los universitarios al oponerse a las normas que conducirán a un mejor resultado de sus estudios. Universidad que no se actualiza muere. Un pueblo ignorante no tiene futuro, cava su propia tumba.

Los mediocres pululan en la sociedad, política, academia, en funcionarios y autoridades porque negamos a la juventud el rigor de mejor calidad de estudios y permitimos que impongan su nivel de desconocimiento.

Mírense jóvenes y sientan tristeza por lo que son y serán. Véanse en el espejo de los ignorantes que los atisban a seguir sus pasos para vivir en la mediocridad, oscurantismo, incompetencia y la necesidad nunca satisfecha por incapacidad profesional. Los exrectores recetan lo que no aplicaron sin asumir su cuota de innegable irresponsabilidad.

Que la rectora Julieta Castellanos, que sí ha demostrado cómo se hace cuando se sabe y puede, no ceda. Por el bien de esa juventud engañada y por Honduras que debe salir de esta indignante farsa y mediocridad.