Las normas académicas o la oposición a las reformas
Las normas académicas o la oposición a las reformas
PABLO CARÍAS
Las normas académicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) están planteadas en un documento extenso que contiene 316 artículos, fueron aprobadas en 1914 y su aplicación se hizo de forma escalonada, se aprobó con la participación de los estudiantes, porque aunque se diga lo contrario o se trate de desconocer, en el Consejo Universitario, que fue el organismo que según la Ley Orgánica le correspondía aprobar las normas, hay representación de los estudiantes, solo que ahora, para la elección de esa representación se sigue un proceso diferente al que se seguía en el pasado, donde los frentes estudiantiles en procesos nada transparentes elegían a sus representantes.
En Honduras casi todas las universidades públicas y privadas tienen el 70% como nota de aprobación, si consideramos que por ley la UNAH tiene la facultad de dirigir, a través del Consejo de Educación Superior todo el nivel de educación universitaria, sería un contrasentido que la misma tenga un índice menor al de otras universidades. La condición de institución rectora de la misma obliga a la entidad educativa de más larga historia, dar el ejemplo.
En el sistema educativo, ya hay que ir hablando el mismo lenguaje. Así como el conocimiento científico tiene conceptos, teorías y categorías universales; la tendencia en la normativa académica es hacia la creación de estándares de comprensión global.
En las normas académicas hay una concepción integral referida a la educación y en lo que respecta al estudiante se concibe como el centro de toda la actividad académica, en esta dirección; en los últimos años se ha dado una mejora en el rendimiento, esto como la suma de una serie de esfuerzos que van desde la formación docente, disciplina laboral, aumento en número de becas, mejora en las condiciones físicas y pedagógicas, creación de nuevas carreras, construcción de espacios deportivos y un mayor énfasis en las nuevas tecnologías de la educación.
Hay información estadística que demuestra que a raíz de los cambios que ha venido experimentando la institución universitaria ha aumentado el porcentaje de los alumnos con excelencia académica, de igual manera, se ha ido reduciendo el número de estudiantes en situación de riesgo.
Muchos cambios todavía muestran algunas debilidades, pero lo que se está haciendo en la UNAH está lejos de lo que se tenía hace apenas unos 7 años, donde la situación era tal que no faltaban voces que pedían el cierre de la misma.
Paradójicamente, cuando creíamos que el alma máter había tocado fondo y no se veía por ningún lado intentos por cambiar la calidad, donde la UNAH era mencionada más por los escándalos de corrupción en todos sus niveles, eran pocas las voces que se levantaban contra aquella deplorable situación.
Todo cambio trae incertidumbre, sobre todo para aquellos que no están preparados para asimilarlos, lo lamentable sería que por atender a unos pocos se detenga, afectando a toda la sociedad que reclama profesionales con más calidad.
Más costosa que la educación, es la ignorancia, pero más costosa que las dos, es la educación mediocre.
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