Es hora de recuperar nuestros bosques

Es hora de recuperar nuestros bosques


JOSÉ MARTÍNEZ SÁNCHEZ

Es hora de recuperar nuestros bosques para detener “la progresiva desertización de Honduras”. En la actualidad nos vemos enfrentados a una serie de amenazas que atentan contra nuestro bienestar que depende, entre otros, del buen funcionamiento de la naturaleza y los ecosistemas. Por lo tanto, se debe desarrollar una gestión a escala nacional que permita tomar medidas para la protección y conservación de los bosques, esto es prioritario por supervivencia y porque es un factor que debe aprovecharse adecuadamente para el desarrollo socioeconómico de la nación y porque solo así se podrán preservar satisfactoriamente las capacidades de las futuras generaciones. Está en nuestras manos, somos los únicos que podemos salvar nuestros bosques, recordemos que los árboles crecen lento y el daño que se les ha hecho es grande.

Con el paso de los años y aún con los efectos causados por los fenómenos climáticos en Honduras (Fifí y Mitch, en 1974 y 1998 respectivamente) todavía no se toma conciencia sobre la importancia y la necesidad de reforestar, cuidar y proteger los árboles que son el pulmón del planeta y colaboran en la prevención de inundaciones. Es prioritario concienciar a la población porque en tiempos actuales la deforestación está avanzando a pasos agigantados.

Y es que la industria de la madera ha crecido enormemente, se talan árboles a diestra y siniestra, sin tomar en cuenta que esa labor se debe hacer con responsabilidad, tomando en cuenta un plan de reforestación que permita equilibrar la cuestión, es decir, que sigan habiendo bosques y se siga utilizando la madera para construir. Es enorme la tala ilegal de árboles sin asumir medidas punitivas contra las personas que se enriquecen a costa de la destrucción de la naturaleza.

Por otro lado, los cíclicos incendios forestales arrasan miles de hectáreas de bosque todos los años, ocasionando millonarias pérdidas económicas. Su poder de destrucción acaba con enormes extensiones en solo unas horas o días. Su recuperación, en cambio, necesita muchos años. Honduras pierde de 60,000 a 80,000 hectáreas de bosque cada año por la tala ilegal y los incendios causados por la mano depredadora del hombre, lo que nos indica a todas luces que no se está haciendo lo mejor para proteger este patrimonio nacional.

Adicionalmente, el gorgojo descortezador estimulado por el cambio climático también se ha ensañado, destruyendo unas 500,000 hectáreas de pino; para los expertos, esto es “una catástrofe ecológica” que va impactar, empezando por el daño ambiental, a eso le sumamos el daño económico sobre las maderas y el impacto que derivará en temas climáticos.

Es importante destacar que se puede crear y mantener mano de obra para el mantenimiento de los bosques y demás zonas verdes, esto ayudará mucho a los habitantes de las zonas rurales. Con este mantenimiento y desbroce de la maleza se protegería la masa forestal de los incendios forestales. También se podrían crear senderos y vías verdes para fomentar el ecoturismo en esas zonas.

Esperemos que las autoridades forestales, municipales y nacionales tomen en cuenta estas reflexiones e implanten políticas preventivas y correctivas para la protección de los bosques, así como la reforestación para una Honduras verde.

Plantar árboles es una inversión a largo plazo, que no sólo ayudará a quienes los planten, sino a las generaciones futuras. El bosque es vida.

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