La sencillez de los indignados

La sencillez de los indignados


ENRIQUE SANDRES FERRERA

Sencillez, cualidad de lo sencillo; sencillo, sin complicación, que es natural, espontáneo, sin ostentación; indignado, estar enfadado o disgustado por algo que se considera injusto, ofensivo y perjudicial (RAE). Cuando son varias las personas que se encuentran en este estado de ánimo de manera natural nace un entendimiento, como el que se demuestra al desfilar en la marcha de las antorchas con apoyo popular directo y solidario sin necesidad de convocatoria partidaria, así de sencillo es el movimiento de los indignados.

Como en toda organización donde hay interacción humana, surgen problemas en su interior, pero la superación de los mismos llega espontáneamente porque sus seguidores -no miembros afiliados- y sus dirigentes -no líderes- no van a separarse por una ideología política, credo religioso, condición socio-económica, nivel académico u otra categoría; porque el movimiento es del conglomerado nacional que lo hermana una característica: su enfado y una meta: combatir las actividades delictivas mediante la participación ciudadana.

Si por algunos factores en el pasado reciente se presentaron divergencias, las mismas deben superarse porque hay que comprender que lo sucedido es para aprender, principalmente de los aciertos, acciones y hechos positivos que hacen crecer y de los errores, acciones y hechos negativos que hacen rectificar, derivando que aciertos y errores dejan un aprendizaje, en este caso, mantener la unidad que da consistencia y solidez al movimiento, así de sencilla debe ser la actitud de los indignados.

Esa unidad granítica debe ser el norte que guíe y conserve al movimiento, su característica de genuinidad y símbolo de patriotismo debe mantenerse, porque su lucha por amor al país es altamente justificada, porque su accionar es ampliamente apoyado, porque representa el abandono de la apatía y la indiferencia ciudadana, porque es el despertar de un pueblo que lucha por una Honduras mejor, así es la sencillez del quehacer de los indignados.

Que los impasses sean superados, que las diferencias sean solventadas, que los problemas de conducción sean resueltos, que el desánimo sea disipado, que las infiltraciones de cualquier índole sean desatendidas, que la lucha por la conducción sea vista absurda, que los seguidores mantengan su beligerancia y solidaridad, que lo que interfiera sea rechazado, que la misión nunca se pierda, así de sencilla debe ser la conducta de los indignados.

Todas esas características definen este movimiento social que surge del seno del pueblo hondureño cansado de tanta infamia cometida por aquellos segmentos poblacionales que solo ven su interés particular, por sus gobernantes que atienden compromisos partidarios en deterioro de los del pueblo, por los que atentan contra los niveles de seguridad social, jurídica y económica de la ciudadanía, así de sencillas son las causas del surgimiento de los indignados.

Por lo anterior esta conducta debe de permanecer en la conciencia de cada hondureña y hondureño disciplinado, consciente y responsable de su quehacer nacional en pro de una Honduras con futuro. La sencillez del movimiento indignado está dada por ese anhelo ciudadano demostrado en las marchas con vehemencia y naturalidad por la demanda de una correcta y oportuna aplicación de la justicia, así de sencillo... no hay que complicarse, porque enredarse solo satisface a los que quieren mantener la situación actual y... esos son unos pocos.

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