Consulta y amenazas de acciones violentas
Consulta y amenazas de acciones violentas
Por Boris Zelaya Rubí
“Los seguidores de Libre se han de preguntar: ¿Quiénes somos? ¿Apenas un rebaño obediente que sirve de apoyo a quien ejecuta su propia política… bajo la tapa segura del nombre del partido?”.
Como si se tratara de una justa electoral, se le está consultando al pueblo (cada quién a su manera) si están conformes o no con la reelección, para reforzar las intenciones políticas de las instituciones que albergan a conservadores y reaccionarios, que propugnan por ese tema y otros por la negativa a participar en tal intención.
Los izquierdistas son los causantes de muchos de los males ocurridos en los años posteriores a la sabia interrupción del gobierno del empecinado “Mel”, por su intención de instaurar un nuevo sistema de gobierno, modelo que ha fracasado en América Latina. Por años estuvieron ocultos y cuando tenían oportunidad de salir, lo hacían amparados en la obscuridad de la noche, pregonando que luchaban por el pueblo y detonando una que otra bomba para justificar los fondos que recibían de sus compinches de la izquierda roja internacional. Se necesita mucha perversidad, demasiada ambición de poder, excesiva desvergüenza y constituye un insulto a la dignidad cívica de los hondureños, quien intenta volver a dirigir la nación.
Todos los que influyen en el llenado de las papeletas de opinión, solo ratifican lo que ya está decidido ¿serán pagadas las firmas?, ¿serán inventadas?
Bueno, de los viejos ñángaras formados en la Universidad Rusa Patricio Lumumba, expertos en fomentar la violencia, podemos esperar cualquier cosa. ¿Cuál es el miedo de Libre de enfrentar a los nacionalistas, si como dice su líder, él aglutina todos los ciudadanos de Honduras? ¿Porqué amenazar con paralizar el Congreso de la República? ¿Presienten la derrota?
Por muy criticada la labor del actual mandatario, sería muy tonto tirar a la basura, las ganancias de progreso en lo que lleva su mandato, como la creciente protección de los derechos humanos, el fomento de inversión extranjera, para generar empleo y los avances necesarios para erradicar la monstruosa delincuencia, que se deriva del crimen organizado en los sectores privados y públicos, la tolerancia para soportar las intromisiones de la izquierda, que agita las masas en contra del Estado por cualquier insignificante reclamo.
Uno de los defectos humanos de los que se agrandan en los políticos es la codicia del poder. Nuestro pueblo no ha sido inmune a la consecuencia que eso conlleva, pues en el pasado algunos se perpetuaron en el poder por la fuerza (encierro, destierro o entierro) o sea de una forma brutal, por cierto que eran otros tiempos, pero siempre marcados por las grandes diferencias ideológicas y la necesidad de garantizar la paz y el orden público.
Posteriormente, en la era militar comprendieron que el soberano llegaba, hasta donde lo permitían sus bayonetas. Luego recordamos la compra de diputados por parte de los liberales que rodeaban al doctor Roberto Suazo Córdova, hasta la intentona del “Tal Mel” de erigirse en un dictador de izquierda, contra la voluntad del pueblo.
Ahora se trata de no coartarle la libertad a la ciudadanía en su deseo de pretender que continúe el actual mandatario (si es que él así lo manifiesta) pues a pesar de la casi violenta oposición, la mayoría del pueblo lo decidirá en las urnas y como lo da a entender Elvin Santos: ¡Lo que es igual no es ventaja! vamos a elecciones, haciéndole el llamado a los liberales que se fueron, para que regresen de donde nunca debieron haberse ido.
Los grandes líderes del partido de izquierda, no pueden presentarse ante el pobre pueblo prometiendo arreglar su situación, no lo hicieron cuando tuvieron la oportunidad y por el contrario, la bajaron a nivel de miseria y la desigualdad se vio aumentada, dejándonos en un primer lugar de gente con carencia de una vida digna. “El deseo humano de dinero, privilegios, de una vida mejor (como mejores escuelas para los hijos, y mejores prendas y palacetes para las esposas o concubinas) cuando sea producto del trabajo, herencia o algún premio de lotería ¡muy bien! Pero si es dinero es originado de actos reñidos con la ley ¡a la cárcel! con grilletes y una celda exclusiva de por vida.
De rodillas solo para orar a Dios.
Comentarios
Publicar un comentario