... Y VUELVO A SOÑAR
... Y VUELVO A SOÑAR
Nuevamente he vuelto a soñar, y el sueño fue que vi a mi
país convertido en un oasis de paz, donde todo el pueblo convivía armoniosamente, donde no había
analfabetismo, un pueblo sano, con un nivel de vida envidiable tanto que los
habitantes de los países vecinos, pugnaban por ingresar a nuestro país
mojados, y todo porque como por arte de
magia, los políticos de mi país: Honduras, pensaron y ejecutaron una verdadera
integración de la familia hondureña, se despojaron de sus ambiciones
personales, actuaron como estadistas, la campaña política que mantenían
permanentemente, se transformó, ya no usaban fondos del erario público en sus
campañas, sus activistas estaban muy contentos porque tenían una fuente de
trabajo permanente y segura, todos los
políticos del país unieron sus capitales que antes derrochaban pagando
activistas, quemando gasolina, pagando a los medios de comunicación, regalías a
patronatos y grupos organizados, y de común acuerdo los políticos formaron
empresas de servicios, de producción y ahí emplearon a cada uno de sus
activistas de forma proporcional a su aporte de capital, implementaron la
jornada de trabajo 4X4, cuatro días laborando en sus respectivas empresas y
tres días activando por su candidato benefactor; es por eso que los activistas
estaban contentos, pues después de las elecciones independientemente quien
ganara, ellos seguían trabajando en sus centros de trabajo y siempre activando
por su líder para la siguiente contienda electoral, el país había ganado
tranquilidad, sus finanzas fueron saneadas, la deuda externa solo era un mal
recuerdo, ya no habían concesiones de ninguna índole para lograr el favor de
cualquier grupo organizado, las leyes eran respetadas por cada uno de los
hondureños, desaparecieron los corruptos, pues ya no había necesidad de pagar
favores, el gobernante andaba solo por las calles, no necesitaba de seguridad,
pues era querido por todo el pueblo hondureño, la moneda se había estabilizado,
la inflación estaba al mínimo, los comerciantes e industriales habían hecho un
pacto de honor de ganar lo justo, los importadores pagaban los impuestos de
forma correcta, pues no subvaluaban sus importaciones, los exportadores
repatriaban las divisas y las reinvertían en Honduras, esto tenía contento al
pueblo hondureño, pues la pobreza extrema solo era un desagradable recuerdo de
épocas pasadas y que nunca mas volverían, desaparecieron las maras pues se
había erradicado de raíz el mal, el cual era la pobreza extrema y la falta de
oportunidades para los jóvenes, la educación se había transformado de tal
manera que era acorde al momento que se estaba viviendo en este mundo
globalizado.
Los recursos naturales se habían
renovado, los bosques lucían esplendorosos, los ríos habían vuelto a ser
limpios y transparentes sus aguas, cada
hondureño podía circular libremente por las playas de nuestras costas, pues
habían desaparecido los abusivos violadores de la constitución: las playas de
mares y ríos son patrimonio de todos los y las hondureñas, los parques
invitaban para ir a pasear con la familia, no habían alcohólicos y drogadictos
en ellos, pues estas personas estaban siendo rehabilitadas en centros
especiales, para reinsertarlos a la comunidad como entes productivos, y el
sueño continua...
Comentarios
Publicar un comentario