Trump matará y se comerá a inmigrantes y negros



Trump matará y se comerá a inmigrantes y negros

Por: Dr. Israel Romero Puerto
juris Doctor (jurista internacional), PhD – israel09r@yahoo.com
Cuando se considera la salud de los dos candidatos americanos a la presidencia, la pregunta es si los gringos ¿se preocupan por el bienestar de su pueblo y su país?

Se reporta que Hillary Clinton tiene algunos problemas de salud física, y que Donald Trump tiene buena salud física.

Próxima pregunta: ¿Cómo está la salud mental de los candidatos? Un reporte de un profesor de la Universidad de Oxford, Inglaterra, ubica a Clinton con buena salud mental, y el resultado de su investigación científica indica que Trump es peor que Adolfo Hitler, y casi igual a Idi Amin. Hitler era un líder nazi alemán que quiso exterminar los judíos, matando varios millones, y metiendo en campos de concentración a millones más. Idi Amin fue un dictador de Uganda. Cuando lo defenestraron, en su casa encontraron un freezer lleno con carne humana. Amin declaró que él se comía esa carne, y que era de sus oponentes.

Si confiamos en el estudio del doctor Kevin Dutton y de los resultados de su análisis sicológico, publicado por la revista americana científica “Science Monitor”, y parcialmente reproducida por el periódico neoyorkino Daily News, debemos creer que el “Trompo” construirá el muro en la frontera con México, enviará de regreso once millones de indocumentados (¿los matará y comerá?), que las madres amamantando sus hijos dan asco, y que nunca dejará a un negro contar su dinero, son declaraciones ciertas, y si es electo presidente, hará eso y más.

A través de investigación extensiva en este asunto, y por nuestra experiencia trabajando con gente con problemas de aprendizaje y barreras de lenguaje, podemos decir que Trump tiene muchos serios problemas siquiátricos que solo pueden ser revelados totalmente después de una evaluación en persona.

El doctor John D. Mayer, PhD, analista de personalidades, hablando de la “Regla Goldwater” cita al jurista Stanley Fish quien declara que “la siquiatría es una rama de la medicina, y es una profesión primariamente de curación. La obligación de los siquiatras es el bienestar de sus pacientes. La sicología, por contraste, incluye no solo sanadores sino que investigadores científicos. El producto de la sicología, de acuerdo con Fish, es conocimiento de los procesos mentales de una persona y expresiones de comportamiento, y cómo predecir y controlar dicho fenómeno. La aplicación y su potencial conocimiento conlleva al bienestar del público a largo plazo.

Al tenor de la Sección 7.3 de las Reglas de Ética de la Asociación Americana de Siquiatría, es incorrecto para sus miembros ofrecer una opinión personal a menos que haya conducido un examen personal y tiene autorización apropiada para publicar su resultado. A esto se llama “Regla Goldwater”.

Estamos de acuerdo con la preocupación del doctor Mayer cuando pregunta: ¿Quién protegerá al público de políticos inestables y problemáticos?

El Diccionario Enciclopédico Standard define bipolar como: “Denotando dos ideas, opiniones o cualidades contradictorias”, mientras que el Diccionario Universal de Medicina define un bipolar como “una persona que consistentemente expresa dos ideas, opiniones o cualidades contradictorias, creyendo que es cierto, o perteneciendo a dos regiones polares al mismo tiempo, lo cual es una clara mentira”. La bipolaridad es una enfermedad mental (consulte un dicccionario médico en desorden bipolar: Una enfermedad afectiva mayor marcada por cambios severos de humor, episodios depresivos mayores o maníacos, y una tendencia a remisión o recurrencia).

Donald Trump dice algo hoy. Mañana dice lo contrario. Nombra alguien para que trabaje en su campaña, y al día siguiente lo despide, y lo demanda legalmente. Usted dé su opinión personal si el “Trompo” encaja en la definición de persona bipolar. Nosotros creemos que sí.

En los resultados de los exámenes practicados y publicados por el doctor Dutton, asegura que Trump entra en las categorías de “impulsividad autocentrada, lo que significa que para él solo él es importante, y nadie más, incluyendo su país. Incluye interés propio machiaveliano, inconformidad rebelde, externalización culposa (él siempre culpa a otros cuando falla), y descuido con falta de planificación (Trump muestra que no tiene planes gubernamentales o políticos. Quiere ser presidente a cualquier precio, a la brava). Finalmente, es de corazón helado”. Sus pancartas dicen: TRUMP Pence.

Nosotros creemos que el Congreso americano debería emitir una orden para que Donald Trump sea examinado por un equipo de especialistas (sicólogos y siquiatras) para que determinen su grado de bipolaridad y esquizofrenia. El Partido Republicano podría tomar pasos en ese sentido. Esa es la única forma en que los americanos mostrarán que les importa el bienestar de su gente y su país.

Y, ¿qué importa a los hondureños? Mucho. Imagínese la clase de relaciones que tendría Honduras, y los demás países del mundo, con un presidente americano como Trump. Imagínese, ¿cómo reaccionará usted cuando se entere que el “Trompo”, imitando a Idi Amin, mató y se comió a todos sus parientes y amigos indocumentados en los Estados Unidos?

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