“NIÑOS PAVIMENTOS”
“NIÑOS PAVIMENTOS”
COMO todos los años, el día consagrado a los niños de Honduras es todo un acontecimiento festivo. La conmemoración es aprovechada por los padres y familiares que pueden para congratular a sus pequeños con las más diversas expresiones amorosas. Muchos políticos y comerciantes le sacan un buen rendimiento a la ocasión. Pero también no puede soslayarse que para un significativo sector de la población infantil hondureña, la cruda realidad es otra y muy diferente, y sobre la cual vale hacer la más profunda y seria de las reflexiones de parte los tomadores de decisiones en el país.
Por eso nos permitimos puntualizar en algunos párrafos de un reportaje que sobre el particular entregó este periódico en su edición de ayer.
“Cada noche, cuando las tinieblas “arropan” la ciudad y los carros dejan de circular por las calles y quedan libres las aceras por donde la gente pasó durante el día, unos 15 mil niños aparecen para utilizar esos espacios como camas, debido a que no tienen un hogar digno donde reposar.
Entre las sombras, los pequeños caminan como “fantasmitas” por los peligrosos callejones, cargando cartones y hojas de periódicos en los hombros para colocarlos sobre el frío piso y así esperar otro amanecer, donde la sobrevivencia es el pan de cada día.
Algunos “niños pavimentos”, como los describe una canción de rap hondureño, viven desamparados en las calles, donde se volvieron adictos al pegamento, mientras otros son explotados sexualmente y algunos recién nacidos son arrullados por sus madres, quienes se han lanzado a la mendicidad”.
El drama es parte de la realidad del país y se presencia en las ciudades más importantes como Tegucigalpa, Comayagüela, San Pedro Sula, La Ceiba, Tela y otras, donde campea la irresponsabilidad paterna, según las autoridades.
Un informe de la organización Casa Alianza en Honduras, revela que más de 15 mil niños y niñas duermen en las aceras y calles de las principales ciudades, luchando por sobrevivir, mientras buscan entre la basura restos de comida y medicinas, faltos de afecto y protección.
El reporte lamenta que más de 700 niños y jóvenes han sido brutalmente ultimados durante el 2016 en las calles, barrios y colonias, “muchos por escuadrones de exterminio que siguen sin ser combatidos”, además de las víctimas que dejan las “maras” y pandillas o el crimen organizado.
Otro de los problemas que condena Casa Alianza, es que más de 417 mil niños y niñas son explotados laboralmente y solo en el último año, citando cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), aumentó el abuso a 35 mil pequeños más.
Asimismo, señala que miles de menores son desplazados por la violencia, a nivel interno e internacional, y por ello muchos se ven obligados a migrar, en el “lomo de la bestia”, como se le llama a los trenes de carga en la ruta entre México y Estados Unidos, huyendo de la pobreza y falta de oportunidades”.
El reportaje también destaca que la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), está trabajando en la atención a los niños que sufren vulneración de sus derechos y por medio de 41 alcaldías se han impulsado planes que benefician a 1.2 millones de infantes. Y en cuanto a la mendicidad, sostiene que se diseñó una estrategia de abordaje en las calles, para no captarlos de manera forzosa, porque eso genera una experiencia traumática y con la Fiscalía junto la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), se ha capturado a muchos adultos que les obligaban a ejercer la mendicidad”. A ver, el próximo año, si para el Día del Niño cambian estas cifras y consideraciones en favor del futuro de Honduras.
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