Que pena…¿el infierno de quien?
Que pena…¿el infierno de quien?
Francisco Guerra
En los últimos días, he leído, escuchado sobre el
traslado de reos peligrosos a una cárcel de máxima seguridad, desde ese día los
periodistas hondureños han llenado cuartilla tras cuartilla, sobre las
condiciones que estos individuos van a permanecer en esa cárcel, tanto que mas
bien pareciera que estos son los héroes y sus víctimas los villanos, pues según
voy leyendo, la conmiseración hacia estas personas es cada vez mas grande de
parte de estos periodistas, llenando muchas páginas en los periódicos a quienes
les trabajan, tratando de influenciar a la opinión pública para que se
manifieste en defensa de estos criminales, catalogando su encierro como un
infierno, dadas las condiciones austeras en las cuales tendrán que convivir, en
donde los privilegios de que han gozado antaño, no se vuelvan a dar, que
realmente no estén pensando como una vacación pagada por los contribuyentes, si
no como un castigo que ellos solos se han impuesto con su agresión a la
sociedad, en ningún momento los periodistas han escrito como ahora entre
víctimas y victimarios, siendo notorio que las víctimas están en silencio, los
familiares de las víctimas están viviendo un infierno, gracias a las leperadas
de estos individuos, pero que los periodistas no enfatizan ni se enteran las
vicisitudes que viven estas familias que muchos han perdido el sostén
económico, amen de los traumas psicológicos a que han sido sometidos y a la
impotencia de muchos, de soportar en silencio la servidumbre a la que tienen
sometidos a miles de hondureños, esclavos y prisioneros en sus propias casas,
saliendo a sus trabajos con el pensamiento de si regresaran vivos a sus
hogares, si podrán volver a ver a sus familias o engrosaran las
estadísticas de los crímenes impunes que
se dan a diario en nuestro país, es así que los periodistas, deben de tratar de
minimizar la cobertura y el espacio que se les brinda a estos delincuentes en
los medios de comunicación.
En Honduras, el comisionado de los derechos
humanos, se inclina mas hacia la figura de los delincuentes que hacia las
víctimas, tanto que vela porque se les den todas las prerrogativas que ya estos
han perdido con sus actividades delictivas, y de una vez debe entender que
estos criminales son empedernidos y que ya no son sujetos a rehabilitarse, pues
este ha sido su modo de vida desde temprana edad, es justo que sufran en carne
viva todas las crueldades que han cometido en contra de sus víctimas la mayoría
inocentes pero que han pagado con su vida, su patrimonio y con sus familias
las tropelías de estos bandidos, por lo cual las medidas implementadas por el
gobierno, tienen su razón de ser, tiene que ser un disuasivo a quienes creen
que ir a la cárcel es como ir de vacaciones pagadas o a un taller en donde
afinar sus tácticas para seguir dañando a la sociedad.
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