Sobregirados y estresados

Sobregirados y estresados

Editorial El Heraldo

Con las deudas hasta el cuello y sin dinero para cumplir con las obligaciones diarias, cientos de hondureños, tal vez miles, que disfrutaron de una placentera Semana Santa, acuden ahora desesperados a las casas de empeño para salir del paso.

La historia se repite todos los años, como si el estrés, la angustia y ansiedad que provoca una situación de sobreendeudamiento no dejara ninguna lección aprendida.

No es malo querer tener más de lo que se tiene, pero esa aspiración habrá de cumplirse en la medida de nuestras posibilidades, sin dejarnos llevar por el afán de presunción o la fugaz felicidad del consumismo. Al final, la realidad siempre termina imponiéndose de forma implacable.

Y eso es lo que están viviendo ahora muchos hondureños que saturaron sus tarjetas de crédito, gastaron por adelantado su salario y se quedaron sin el dinero que debía ser destinado para alimentación y transporte, entre otras obligaciones, y ahora caen a merced de usureros que hacen sus clavos de oro.

Queda evidenciada la falta de planificación, organización y de ahorro, así como una mala distribución de las prioridades.

Un principio elemental en materia de finanzas es no gastar más de lo que se tiene. Lamentablemente, la cultura del endeudamiento está arraigada en la población y también en sus autoridades, incapaces de hacer un uso eficiente de los recursos.

Pero fomentar buenos hábitos económicos es una tarea que deberían asumir escuelas y colegios; no obstante, el sistema educativo nacional no ha brindado a los niños y jóvenes formación en manejo presupuestario. Es una materia que sigue pendiente y que podría significar un cambio cultural importante para las futuras generaciones.

Nunca es tarde para aprender de los errores y quienes ahora se encuentran sobregirados y, por ende, asfixiados, deben hacer un alto para reflexionar sobre sus malas decisiones y proponerse, por salud mental y financiera, ajustarse a la realidad de sus ingresos. No es fácil, pero tampoco imposible.

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