Constitución y otras yerbas…

Constitución y otras yerbas…


Por Jonathan Roussel

No soy un especialista en el tema. Y aquí muchos igual que yo la hemos leído por curiosidad y como no nos perjudica ni beneficia… hasta allí llega la curiosidad. También es absolutamente cierto que hay estudiosos que la conocen a profundidad con todos sus secretos, conveniencias e inconveniencias. Doctrinas y ciencia. También hay quienes utilizan el tema para anunciarnos un mundo soñado, una especie de paraíso terrenal ¿? Algo así como hacer una revolución sin fusiles y sin olor a pólvora…

La más vilipendiada ha sido la de 1982, todavía vigente. Quitándole las contradicciones. Borrándole los agregados incongruentes. Suprimiéndole algunas cosas innecesarias seguirá siendo útil para la organización de un país pacífico y con todas las necesidades del mundo moderno. Dos constituciones en la historia de Honduras han recogido los hitos más importantes de nuestra vida. La primera recoge el nombre de nuestra amada tierra: República de Honduras. Es como decir el acta de bautismo. La última, la nueva, la extensión territorial. Eso no podemos despreciarlo.

La Constitución de 1936 fue menospreciada llamándola “pura babosada”. La de 1982 un chusco dijo que había que “violarla cuantas veces fuere necesario” y un pen…sador de reciente aparición dijo que “estaba buena”. Y en uno de los tantos golpes militares se dijo que quedaba vigente en lo que no se opusiera a la proclama.

Nuestra historia registra unas 18 constituciones más o menos y algunas de ellas podrían sustituir la actual y muchos no encontrarían ninguna diferencia. Serviría igual.

Para resolver los problemas de nuestro país: desempleo, inseguridad, salud deficiente, pobre educación y otros, no es necesaria una nueva Carta Magna. Lo que hace falta es paz, fe, sabiduría y trabajo. No bochinche diario ni conspiraciones.

En realidad lo que importa es el modelo democrático y de libre empresa. Solo en ese ambiente social la nación puede prosperar.

Comentarios

Entradas populares