Generación de energía eléctrica y ambientalistas

Generación de energía eléctrica y ambientalistas

En Honduras, existe una gama de organizaciones no gubernamentales a cuales mejores, casi todas con financiamiento externo, y muchas con un solo objetivo, el de jorobar al pueblo hondureño y a sus autoridades, mediante la consigna de estar en contra de todo y a favor de quienes están en contra, total en simples palabras, generar anarquía, dentro de estas organizaciones se encuentran las ambientalistas, que hablan mucho a través de los medios, pero que en la práctica, solo son bla bla, en otras palabras, más hojas que tamales.

He visto un montón de quejas en contra de la generación de energía eléctrica, ya sea hidráulica, eólica y solar, unos diciendo que los ríos se secaran con las represas, lo cual es falso, para muestra la hidroeléctrica Francisco Morazán, cuyo afluente que sale de la cortina de la represa, mantiene con un buen caudal al río Humuya, evitando eso sí inundaciones, pero las comunidades a orillas de ese rio no se encuentran sin agua, tienen más que suficiente, tanto que la mayoría de esa agua termina en el mar.

Con la energía eólica, también se han alzado voces de protesta, pues muchos argumentan que la actividad de las turbinas les provoca una serie de padecimientos que científicamente no han sido probadas, igual situación se está dando con la generación de energía a través de los rayos solares, argumentando que les va a secar las fuentes de agua ,lo cual es absurdo, pues las fuentes de agua en esas zonas hace mucho tiempo están secas, gracias a la deforestación de las cuencas hidrográficas de los diferentes ríos del país, y la deforestación de las montañas en su afán de acrecentar las áreas de cultivo y pastizales para el ganado, áreas muchas de las cuales no son de vocación agrícola si no forestal, aunado a la ineficiencia del instituto de protección forestal, que no tiene ni los medios ni la política de proteger los bosques.

Lo que se puede sacar de positivo a estas protestas de ambientalistas, es que quienes promueven la construcción de estas represas, se comprometan a llevar a cabo un plan de reforestación de las cuencas hidrográficas  de los ríos a ser intervenidos con las represas, lo mismo que a las personas que serán afectadas por su desplazamiento de sus terrenos, se les dé la oportunidad de cambiar su medio de vida, permitiéndoles ser beneficiarios para el cultivo piscícola, actividades turísticas y otras actividades afines, amén de tener el derecho a gozar del servicio de energía eléctrica.

No se oye el clamor de los ambientalistas cuando muchas montañas con decretos de protección, están siendo deforestadas para cultivar palma africana, cuyo cultivo en los cerros es altamente  destructivo ya que permite el asolvamiento de las fuentes de agua, por la característica de esta planta.

Las comunidades involucradas en estas protestas, muchas veces son engañadas por agitadores de oficio cuyo único fin es entorpecer la labor de cualquier entidad que trate de transformar para mejorar la calidad de vida del hondureño.

Sabemos que muchos de empresarios metidos a estos negocios, son reacios a cumplir con las reglas del juego, pero acá es donde entra la sociedad civil para estar vigilantes y atentos a cualquier desviación de lo pactado, pues con los políticos hondureños, no esperemos nada bueno, pues son tan venables  que todo se puede esperar de ellos.