¡Basta ya!

¡Basta ya!

GASPAR VALLECILLO MOLINA

Con acendrado amor por esta patria que me parió y dará terraje, expreso mi profunda preocupación por el creciente deterioro de los deberes y derechos fundamentales inherentes a la dignidad humana, que posterga a nuestra Honduras urgida de valores y verdaderos dirigentes de bien y mejor entender.Los que se dicen políticos sin saber distinguir, discernir, disentir ni consensuar, mantienen esta “democracia” sin dirigentes inteligentes y diligentes.Hoy que JOH marca la diferencia, les guste o no, el cinismo opositor critica lo que por falta de valor, decisión y capacidad no hicieron ni dejan hacer. Así de fácil.Los electores somos corresponsables por mancharnos el dedo sin mancharnos la conciencia al actuar incoherentes con la misión de ser ciudadanos responsables.Continúa embruteciéndonos el sectarismo político, la oposición, ahora de todos contra uno, no expone una propuesta real que rompa el esquema del tradicionalismo mediocre. Los políticos de ayer y hoy, continuados o alternados, han sido sobrados de soberbia, ignorancia, indiferencia e ignominia al gobernar para repartirse la pobreza del pueblo que les confió su crisis. Y nadie está preso por corrupto.Nunca hubo compromiso con el necesitado, mas sí con el adulador que obnubila. La suma de desaciertos anarquiza el estado de derecho, donde la justicia se violenta sirviendo al poder de inmoralidad garantizada. Todos abusan de la pasmosa pasividad y conformismo del hondureño, que enferma pasiones para continuar en el desenfreno y no aviva razones para exigir respeto, cumplimiento y freno a tantas arbitrariedades.La permanente acusación de todos contra todos es nefasta, cuando por ellos tocamos fondo.Continúan las mismas sandeces, ahora de más partidos políticos, que sin innovar imitan y disputan sus mentiras. Las concentraciones políticas son entarimados de consignas insustanciales que ofenden al pensante y arengan al ignorante que grita y aplaude sin saber. Inconsciente colectivo.La corrupción impune campea. Lo sabemos y callamos mientras los funcionarios chabacanean usando “polos”, que cargan al erario, marcadas con logo de la institución que dicen representar para mejor identificar su rastrera afición de imitadores. Sin beneficio.Se acabaron aquellos tiempos de seriedad y ponderación. El fiscal encamisado en una comparecencia televisiva y el jefe de fiscales con gorra y “enchumpado”. En Salud, la ministra y sus subalternos con chalecos. Ridículos. Total desmadre porque a nadie la importa ni siquiera aparentar.Ahora “Todos somos Bertha”. El mexicano testigo presencial del asesinato intenta huir habiendo sido requerido y escribe declaraciones temerarias culpando al gobierno y su hermano, le hace eco criticando la aplicación de nuestras leyes aupado por anarquistas nacionales antipatriotas.Nuestras pasmadas autoridades callan y lo permiten. Debemos respetar y hacernos respetar. En otro país, extranjero que se mofe o viole sus leyes va preso o deportado. Aquí nos jetean embajadores y cualquier perico de los palotes. Y parte sin novedad. Indignidad.Por favor señores, ya que no tenemos agallas para hacerles cumplir su obligación, ténganlas ustedes para no perder esta patria que es de todos. Aún se puede. Estamos hartos de corrupción, impunidad, injusticia, cinismo y valemadrismo. ¡Basta ya!