El sentido de la responsabilidad

El sentido de la responsabilidad

JUAN FERRERA

El que no se publique en La Gaceta el decreto aprobado por el Congreso Nacional de que aquellas personas que ganan salarios hasta 15,087 lempiras estén exentas del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) refleja que aquí en el país solo funciona y decide un poder.

Es correcto, hay que cuidar las finanzas, pero se debe entender que la economía tiene doble efecto; si bien una buena cantidad de trabajadores del sector público y privado dejarían de pagar el ISR, gran parte de esos recursos que entrarían a movilizar la economía, regresarían otra vez a las arcas del Estado vía Impuesto Sobre Ventas (ISV) y otros efectos colaterales.

No es raro que los políticos muestren cierta preocupación porque las finanzas del país reducirán sus ingresos, pero donde está el control de tanto gasto inoficioso, de tantos viajes internos y al exterior, de tantos lujos que se dan. Ellos deben reparar que la gente no es tonta. Sabemos que muchos que están en el poder, gastos que deberían cubrir con sus presupuestos personales lo hacen con partidas que tienen del Estado; no así la clase media que cada día tiene menos para poder disponer para sus necesidades y tiene que pagar la educación, la salud, la seguridad, por el lado privado.

Reflexionemos, el poder no es para que quienes estén en él vivan diferentes a los que están gobernando. Se necesita orden. Está bien que cuando va a ver una iniciativa en el Congreso Nacional se consulte a Finanzas y una vez de acuerdo tener el sentido de la responsabilidad.

Los 128 diputados votaron a favor de que aquellos salarios de hasta 15,087 lempiras estén exentos del ISR, como es que ahora el gobierno sale diciendo que se había hablado de una reducción de 800 millones de lempiras y no de 2,400 millones que sería el impacto real. Aunque es una suma considerable, debe existir el diálogo para construir un pacto fiscal, para tomar decisiones que beneficien a los mas castigados, sin afectar los acuerdos financieros que tiene el país.

Se deben buscar alternativas de ahorro que eviten gastos disfrazados de programas sociales que no llegan a los que dicen favorecer. Ya no se deben seguir creando condiciones que exigen mayores derroches. La fatiga de la sociedad en pagar impuesto ya es grande y eso trae desafecto en la política.