¡La chanfaina!
¡La chanfaina!
Por Patricia D’Arcy Lardizábal
Al escuchar ayer y leer en los periódicos la pintoresca palabra “chanfaina”, recordé las delicias que preparaba mi abuela Edith en su espaciosa cocina. Era una experta “chef” y preparaba cualquier plato exótico o típico que sus amigas y familia le pedían, especialmente “la chanfaina” que mi padre al solo escucharla y ver los ingredientes que contenía, mejor se levantaba de la mesa fingiendo fuertes dolores de estómago.
Se me vino a la mente esa palabra tan rocambolesca, cuando leía el periódico y vi la imagen de nuestro expresidente Mel Zelaya que expresaba: “Mel Zelaya dice que disfruta comer chanfaina”. Porque Esdras Amado López al ser excluido por el Tribunal de Honor del partido “LIBRE” no le ha entregado de manera oficial la resolución donde se le desconoce como militante de ese partido, comparándolos con una chanfaina donde el expresidente Zelaya es el “chef”.
Para quienes no saben o han degustado un plato de “chanfaina” la receta de este apetitoso manjar la pueden degustar con los siguientes ingredientes: Es un sofrito hecho a base de cebollas, berenjena, pimientos, tomate y calabacín, como vegetales; integrado con trozos de carne, como hígado, corazón y bofe; este manjar se elabora hirviendo los menuditos de cordero o chivito en agua con sal es un plato típico de Extremadura, España, especialmente de Salamanca.
Reflexiono o pienso internamente, que la frase política se ha quedado corta: Honduras también se asemeja a un plato de chanfaina, solo habría que leer los periódicos para comprobar su composición culinaria: Extradiciones de famosos, cuentas bancarias intervenidas, hijos, esposas y hasta madres de pandilleros figuran como dueños de los depósitos de ahorros intervenidos en el sistema financiero, el familión que “enchambó” el Consejo de la Adjudicatura y la carrera judicial, el Congreso Nacional pide informe para sustentar el juicio político contra los concejales, y el Tribunal Superior de Cuentas piden que los concejales renuncien.
Captura exfiscal Contra el Crimen Organizado, aseguran dos cuentas bancarias del Partido Nacional (El Heraldo). Convencionales nacionalistas comienzan a llegar hoy a la capital, narcotráfico y estado de derecho, la crisis es del sistema político, etc. etc.
Todo lo anterior comienza -y se politiza con la primera convención de uno de los grandes partidos tradicionales: El Nacional; ya veremos cuando las concentraciones políticas se generalicen y se llegue el momento de definir si habrá o no reelección. En ese momento, la “chanfaina” de hoy se convertirá en un “arroz con mango”.
Y de la chanfaina pasamos al plato fuerte de hoy, con el asesinato según los periódicos y las redes sociales de la conocida defensora de los pueblos indígenas y la protección del ambiente, Berta Cáceres, por sus orígenes humildes le permitieron conocer las necesidades de su gente, esta mujer lenca logró la admiración y reconocimiento de miles de personas tanto en nivel nacional como internacional.
Hija, madre y compañera ejemplar ha venido a agravar los índices de criminalidad del país, después de haber fundado desde 1963 el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH, entidad esta encargada de velar por los derechos de la comunidad lenca y que tuvo el valor de denunciar a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el 2013 una completa ausencia de las medidas más básicas para dar respuesta a denuncias de “graves violaciones a los Derechos Humanos de Honduras”.
Llama poderosamente la atención la protesta del hombre que acaba de ganar el premio más codiciado de la cinematografía mundial “El Óscar,” Leonardo Di Caprio, quien resume y afirma su sentimiento de dolor cuando se expresa así: “Tristes e increíbles noticias de Honduras, debemos de honrar las valientes contribuciones de Cáceres, lideresa del medioambiente y de los derechos humanos de ese país”.
Ante tales acontecimientos no desearíamos terminar este artículo y hacer una síntesis de nuestros deseos conservando un mal sabor de boca.
Tenemos que hacer un paro en el camino, Honduras no se merece los índices de criminalidad y corrupción en que se haya inmersa. Estamos viviendo la época de las palabras, de las promesas, palabras que se las lleva el viento, y que se pierden en el vacío de la indiferencia.
(“Hablar sin pensar, es disparar sin apuntar”. George Herbert).
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