Un estado simplificado
Un estado simplificado
Por Mario E. Fumero
Muchos países del mundo han logrado establecer un sistema de gobierno significado, en donde los ciudadanos pueden resolver sus problemas legales sin tener que dar muchas vueltas, y sin ser víctimas de una burocracia estatal, que no solamente exaspera al contribuyente, sino que consume económicamente el gasto público del Estado sosteniendo una burocracia improductiva.
Tanto los Estados Unidos de Norteamérica, como los países europeos han simplificado los trámites para sus ciudadanos. Por ejemplo, en la declaración de impuesto, se puede hacer desde las casas, a través de una computadora y pagando los mismos a través de transferencias bancarias que se pueden hacer desde un teléfono celular. Para obtener un carnet de conducir se pide la cinta, junto con el examen práctico y teórico, la oficina de tránsito hace el examen de la vista y una vez que tiene tu licencia de conducir, la oficina de tránsito debe notificar un mes antes de la expiración de la misma, para que la revalides fácilmente en la fecha de tu cumpleaños.
Simplificar todos los trámites, tanto de pasaporte, pago de impuesto, licencia de conducir, partidas de nacimiento o permisos de operación son factores que promueven el desarrollo y bienestar. Cualquier gestión administrativa se debe hacer fácilmente, sin muchas vueltas, usando un método simplificado que no solo agilice a las personas sus trámites, sino que les evite un proceso largo y tedioso de un trámite.
En los países latinoamericanos la burocracia nos consume, pues para poder hacer cualquier tipo de trámite tenemos que rebotar de oficina en oficina y de empleado en empleado para resolver cualquier asunto legal, lo que hace costoso cualquier tipo de trámite. Voy a poner un ejemplo. Vamos a sacar una licencia de conducir, nos mandan al banco para pagar, después lo mandan a un examen médico privado dentro de la misma oficina de Tránsito (donde hay movida), después tenemos que ir con la boleta a otra oficina, de ahí lo remiten con un oficial, y después vamos por el trámite final. Todo se hace tan complicado, que para poder agilizar un trámite en forma expedita se hace necesario pagar un soborno o mordida, y así resuelves todas las vueltas que tienes que dar. Uno de los factores que nutre la corrupción es lo complicada que es la burocracia dentro del sistema estatal, porque muchos optan por pagar mordidas para simplificar un trámite y resolver un problema que les roba tiempo.
La eficiencia de un estado radica en la simplificación de los trámites, sin sacrificar al ciudadano en la pérdida de horas y vueltas que tiene que dar para resolver un problema sencillo, que incluso se podía hacer por medios electrónicos. Uno de los factores de la corrupción es la complicación en los trámites que evitaría el soborno y el tráfico de influencias para obtener aquello que deseamos.
Reconozco que a los países latinoamericanos les gusta el fútbol, y es por ello que para cualquier gestión administrativa nos convierte en un balón de fútbol rebotando de oficina en oficina, para cualquier gestión. Si los políticos entendieran que la simplificación del Estado produce beneficios dobles, porque reduce el endeudamiento del gobierno, al tener que sostener una burocracia improductiva que es un estorbo y le hace la vida fácil al ciudadano. ¿Por qué tenemos que pasar por muchos empleados para hacer un simple trámite? La explicación es sencilla, para darle trabajo a los del partido, creando puestos de trabajo que no tienen sentido de ser, y que le complican la vida a los ciudadanos de a pie.
¿Queremos un estado saludable? ¿Deseamos unos ciudadanos comprometidos con el bienestar del gobierno? Simplifiquemos los trámites haciéndonos la vida más fácil para ambos lados, el gobierno reducirá su presupuesto, para invertirlo en beneficio social, y el ciudadano se sentirá complacido al reducir sus vueltas, gastos y tiempo, haciendo los trámites expeditos. La solución para el bienestar es sencilla, simplifiquemos los trámites y evitemos la burocracia.
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