Premura y seguridad de la nación

Premura y seguridad de la nación


Por: Juan Ramón Martínez
“Coalianza”, es una entidad pública que se sostiene con un porcentaje de los proyectos que pacta y desarrolla. Está interesada, como es natural, en el corto plazo. Por lo que, no puede pedírsele que, entre sus objetivos, tenga presente los intereses de la defensa nacional de Honduras. Y mucho menos, que maneje una visión de lo que ocurre en el entorno y una abierta sensibilidad sobre los peligros externos que amenazan a Honduras. Es casi seguro que, no les interesa lo que ha ocurrido en Nicaragua, en donde en una “dictadura perfecta”, con continuismo indefinido; e imperio con sucesión familiar, Daniel Ortega, acaba de destruir la limitada oposición de la Asamblea Legislativa. De repente, ni siquiera se han enterado de la noticia.

Como lo dijimos antes, no tenemos capacidad personal y mucho menos información económica sobre la racionalidad de los estudios, para anticipar que la terminal de Palmerola, será otro error como el de Henecán, en que los técnicos recomendaron construir un puerto marítimo en una zona de aguas irregulares, de alto asolvamiento que, al final, no permite el ingreso de barcos de algún calado, por el bajo nivel de sus aguas navegables. Esperamos que esta vez JOH no sea víctima de un engaño similar al que sufrió Melgar Castro, en su tiempo. Él puede, si quiere, evitar que lo engañen. Especialmente si escucha, cosa que no siempre es virtud de gobernantes. El alto mando de la Fuerza Aérea le ha hecho llegar una opinión contraria a la ubicación de la terminal del nuevo aeropuerto. Nosotros reaccionamos ante cuestiones pequeñas y hasta mezquinas: nos intriga la prisa con que procede Coalianza, la poca información que le trasmite a los diputados, y las presiones que reciben estos para no someter a estudios profundos, por parte de expertos, las recomendaciones y sugerencias de una entidad que dada por su propia naturaleza, dedicada a contratar y echar andar proyectos, en los que le interesa más ganar dinero, colocando en última posición intereses de carácter “esotérico” -para sus miembros, claro- como la defensa, la seguridad de Honduras y la libertad de los hondureños.

Llama la atención, la facilidad con que han accedido que la terminal de Palmerola coincida con las instalaciones existentes, solo para volver más atractivo económicamente el proyecto para los concesionarios en el corto plazo, aunque perderán dinero cuando si la terminal, en el largo plazo, resulta exitosa. Y tienen que expandirla. La ubicación en el este de la pista actual, impedirá además ampliar la terminal del aeropuerto en el futuro. Lo que indica, que lo que están haciendo, no es serio. La propuesta de colocar la Escuela de Aviación en el otro extremo del lado este de la pista, indica que no tienen idea de lo que es realmente, una entidad como una base aérea que, en casi todos los aeropuertos, por razones de seguridad operativa, está de frente, pista de por medio, con la terminal aeroportuaria. Afectar la Escuela de Aviación -ubicándola en el extremo que sugieren-, indica que Coalianza no entiende nada, y el concesionario no es serio para hacer negocios y contribuir con el desarrollo de Honduras.

La Base Soto Cano, es parte del aparato defensivo hondureño. En consecuencia el sentido común indica que, no hay que afectarla. Que lo que corresponde, si es un proyecto serio y no un engaño a los deseos de JOH por dejar su nombre grabado en la historia del país, es ubicar la terminal en el extremo oeste de la pista, es decir, en una posición contraria a la que Coalianza y el concesionario quieren, tanto por torpeza de la primera; como por falta de visión de largo plazo, en el segundo. Un aeropuerto exitoso, como anticipan, necesitará espacio para extenderse, evitando mezclar sus operaciones con las de carácter militar que por su naturaleza, puede comprometer la seguridad de los pasajeros. De forma que, no hay que creer que solo sea aprovechar una carretera que está construida con otra finalidad, pasando por alto, además de lo económico, consideraciones de expansión en el mediano y largo plazo, así como la seguridad para las personas y protección del interés nacional de Honduras y de los hondureños. Espero que JOH, no se deje engañar con cuentos infantiles. La experiencia de Melgar Castro, le debe servir de lección.

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