Reelección ilegal de JOH al estilo Burundi

Reelección ilegal de JOH al estilo Burundi


Por Óscar Lanza Rosales
olanza15@hotmail.com

En mi artículo “¿Por qué Obama no buscó un tercer período?”, uno de los seis argumentos que el presidente estadounidense mencionó para no hacerlo, es “el peligro de cambiar las normas para quedarse en el poder”, tal como lo hizo el presidente Pierre Nkurunziza de Burundi en 2015, que a pesar de estar prohibido por la Constitución, solicitó a su Tribunal Constitucional que lo habilitase para ser reelecto en un tercer período consecutivo, lo cual generó protestas de la población, y recomendaciones de la Unión Africana y las Naciones Unidas para que no lo hiciera, pero aún así se realizaron elecciones, consideradas injustas y antidemocráticas por la oposición, donde él volvió a ser el vencedor.

Los conflictos de este acto ilegal y antipatriótico no se hicieron esperar. Se produjo un movimiento por exmilitares para llevar a cabo un golpe de estado que logró sofocar el presidente Nkurunziza. Se dieron grandes manifestaciones, las que tuvieron como respuesta una fuerte represión del gobierno, en la que se reportaron al menos 58 personas que perdieron la vida, según Naciones Unidas.

Los medios, aunque están sujetos a la censura del gobierno, concluyeron que con estos conflictos, Burundi enfrentó su peor crisis desde la guerra civil 1993-2005.

Para que los lectores tengan una mayor información sobre los antecedentes de estas crisis que son provocadas por gobernantes irresponsables, voy a permitirme describirles brevemente la biografía del presidente Nkurunziza y lo que es Burundi, y saquen sus conclusiones de las cosas comunes y diferencias que tenemos con nuestra Honduras.

Pierre Nkurunziza, es un profesor de educación física de la universidad de Burundi, que se une como guerrillero al partido de su tribu hutu en 1995, luego que el ejército atacara el campus de la universidad y asesinara a 200 estudiantes. En 2005, llega al poder después de una guerra civil que dejó 300 mil muertos, para cumplir el período 2005-2010. Inicialmente creó un gobierno de unidad nacional y trató de restablecer el estado de derecho, pero según sus críticos, terminó con un régimen de más sombras que luces. En el 2010 se reelige para el período 2010-2015, convenciendo a sus ciudadanos que con su administración ha logrado la paz en Burundi. Hace descansar su popularidad al mezclarse con sus seguidores del área rural; por la plantación de árboles de aguacate; por entrenar equipos de fútbol y tener su propio club, Hallelujah FC, en el que se destaca como delantero y goleador; y por vivir con pasión su fe cristiana. A la gente le hace creer que es presidente por voluntad divina. A la zona rural nunca viaja sin su equipo de fútbol y un coro, donde combina los partidos con las prédicas cristianas.

Es un presidente que no atiende las demandas y reclamos de la oposición ni de los grupos de derechos humanos, que lo acusan de ser un dictador que se niega a abandonar el poder.

En cuanto a Burundi, es un país de África meridional, que se independizó de Bélgica en 1962. Comparado con Honduras, es una cuarta parte de su territorio; tiene dos millones más de habitantes; un ingreso per cápita de $800 (Honduras $4000); una expectativa de vida de 57 años (Honduras 73 años) y una escolaridad de 3 años (Honduras 6 años). Es uno de los países más pobres del mundo, que desde su independencia ha tenido conflictos étnicos, principalmente entre la tribu minoritaria tutsi y la mayoritaria hutu. En 1993, el conflicto étnico se transformó en guerra civil. En el 2005, recupera la paz, con el ascenso al poder de Nkurunziza, pero en 2015 vuelve a perder su estabilidad social, por las pretensiones de su presidente de optar a un tercer mandato en forma ilegal.

A pesar que Honduras es más desarrollado que Burundi, en lo educativo, económico y bienestar en general, políticamente estamos al mismo nivel, cuando su presidente Nkurunzazi se reelige para un tercer período de manera ilegal. Ejemplo que el Presidente Hernández desea seguir, con su poder absoluto, lo cual significa que 195 años de independencia, han sido insuficientes para alcanzar nuestra madurez política. Burundi, por lo menos es un país joven, con solamente 54 años de haberse independizado.

Así que en términos políticos, en nuestra Honduras también tenemos el equivalente del presidente Nkurunzazi, presidentes que se consideran, estar sobre la ley, y que como dice el presidente Obama, nos conducen por caminos peligrosos, de inestabilidad y conflictos. De ahí la pregunta: ¿Vamos a otra crisis similar a la del 2009?

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