Purgas entre los socialistas del siglo XXI
Purgas entre los socialistas del siglo XXI
Por Boris Zelaya Rubí
“El comunismo y el socialismo son formas políticas de izquierda, sus dirigentes liquidan a todos los adversarios que no comulgan con sus ideologías, sienten gran entusiasmo por el manejo del hacha del verdugo y no vacilan en emplearla tan a menudo y tan implacablemente como sea posible, hasta que les llega de un modo fatal su hora y les toca a su vez el turno de ser arrastrados al patíbulo”.
La conocida frase, que la revolución devora a sus propios hijos, ha demostrado ser de aplicación rigurosa en los grupos de izquierda. Los líderes latinoamericanos sean de derecha o izquierda, siguen casi igual patrón de conducta, por lo general el poder o la proximidad al mismo, los vuelve codiciosos, sin escrúpulos, agresivos y explotadores. Un líder soviético decía: A los colaboradores más cercanos hay que mantenerles el estómago lleno y los tendrás siempre a tus pies.
Los opositores internos eran silenciados (purgados), si era necesario incluso violentamente. Los jefes supremos nunca variaban, siempre fríos, metódicos y calculadores. Dudando de todos y de todo, por eso, aquellos que ostentan el poder, justificaban tener a su lado a algún pariente, según ellos, son los más confiables y jamás le asestarán una puñalada trapera, aunque de todo hay en las grandes familias.
Hemos visto y escuchado a personajes que en un pasado cercano, se desgañitaban y arremetían contra cualquiera que se atreviera a interponerse en el camino de su máximo líder, exponiendo valientemente hasta sus vidas, enfrentándose con alma, vida y corazón, en defensa del que hoy, los arroja como material inservible al cesto de la basura. El personaje de marras no permite que nadie le haga sombra, o que desobedezcan su capricho o voluntad, él es el todopoderoso y punto. La ingratitud manifiesta, es reprochada aún por aquellos que no comulgan con sus ideologías (un revoltijo de ideas descabelladas influidas por sus cercanos colaboradores).
La principal característica de los de izquierda, como especie política, es indudablemente el hecho de que con facilidad anulan a sus propios congéneres.
El sentimentalismo y agradecimiento, no cabe en la aspiración de cualquier candidato ¡esos son signos de debilidad! Y los puede empujar a cometer errores graves, según ellos pueden caer en las garras de algún simulador que los venda por míseras treinta monedas. Una de las ironías del actual y más fuerte representante de la izquierda en nuestro país, es que disfruta más de las oportunidades de la vida en el mundo no comunista y capitalista que trata de destruir, que en el mundo que ha soñado cambiar. ¡Champán y caviar! El pueblo a puro “gato de monte”. “Hagan lo que yo digo y no lo que yo hago”. Muy similares al paraíso terrenal soñado con las ideas de Marx y Engels, pero mucho mejor y acertadas las profecías de Herbert Spencer, cuando escribió que el comunismo y socialismo representaban la futura esclavitud.
Los ahora desechados del movimiento propiedad del “tal Mel”, han hecho denuncias valientes contra la corrupción, la mayoría de las veces muy acertadas y otras muy arriesgadas por carecer de pruebas, dejándose llevar por el apasionamiento político, llegando a ser admirados por el pueblo y temidos por los corruptos, todo eso los convirtió en héroes del momento, ahora ya en la llanura partidaria, sus protestas serán encausadas por el otrora su líder, como producto de un par de personas cuyas ambiciones los llevaron a querer igualar o superar al aprendiz de dictador, existiendo la posibilidad de que los obedientes dirigentes, les lancen sus “perros de garra” para que los ataquen verbalmente. Que el Gran Arquitecto del Universo no permita que pasen a acciones de otro tipo.
De rodillas solo para orar a Dios.
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