Sirios en Honduras

Por Benjamín Santos

Se ha presentado como algo insólito la presencia de cinco jóvenes procedentes de Siria en Honduras con rumbo a USA. No es extraño que la noticia haya causado preocupación. Vivimos en un mundo globalizado y, consecuentemente, lo que ocurre en cualquier parte del mundo tiene repercusiones grandes o pequeñas en el resto del mundo. Se ha informado que cuatro de los inmigrantes son estudiantes y uno es profesor de una universidad en su país de origen. Igualmente se ha dicho que no tienen antecedentes delictivos en su país y que fueron detenidos por portar pasaportes griegos obtenidos en forma irregular.

Después del brutal acto terrorista ocurrido en París hace una semana, es comprensible que la circulación de ciudadanos de origen sirio se vuelva sospechosa. Por supuesto que pagan justos por pecadores. Corresponde a las autoridades investigar la verdad y aplicar la ley en caso necesario. En una visión más amplia, para comprender la situación que viven los pueblos ubicados en el cercano y Medio Oriente es necesario conocer su pasado. Irak y Siria estuvieron sometidos a todos los imperios: persas, griegos, romanos, bizantino, el imperio Otomano o Turco que desapareció con la Primera Guerra Mundial igual que el imperio austro-húngaro en Europa.

Antes de la Primera Guerra Mundial Francia e Inglaterra dominaron la región en su condición de países colonialistas y entregaron la explotación del petróleo a empresas ajenas a los intereses de esos pueblos. Fue hasta después de la Primera Guerra que se crearon los países que ahora conocemos siempre bajo la tutela del colonialismo y se hizo de manera artificial como se hizo con los estados africanos. Un pueblo quedó sin territorio: los curdos que viven dispersos entre Siria, Irak y Turquía luchando todavía por lo que un día fue Kurdistán, ubicado entre Turquía, Irán, Irak y Siria. Cuando Mahoma en el siglo VII d.c funda el Islam esos pueblos habían quedado divididos en dos grupos irreconciliables, los chiítas seguidores del liderazgo que en su opinión correspondía al yerno del profeta y los suníes cuyo nombre procede de Sunni, un libro que contiene las palabras de Mahoma que no atribuye el liderazgo a su familia.

Hay en el fondo en esos pueblos un problema de identidad. Los une el recuerdo de lo que un día fue el imperio islámico que dominó una aparte de Asia y de Europa incluyendo los ocho siglos que dominaron una parte de España hasta que fueron expulsados por los reyes católicos que buscaban la unidad de España para constituirse en un estado soberano. Así fue como dejaron su huella en la formación del idioma español del cual el 10% de su vocabulario es de origen árabe. La reconstrucción de ese imperio es el sueño del llamado estado islámico o ISIS por sus siglas en inglés. El Islam le dio a buena parte de los árabes un sentido de unidad y los impulsó a imponer su religión en los lugares donde pudieron imponer su fuerza y su voluntad política. En cuanto al odio de esos grupos radicales en contra del mundo cristiano, especialmente europeo a quienes llaman los cruzados, habría que retroceder hasta la Edad Media cuando se organizaron las famosas cruzadas para expulsar a los discípulos de Mahoma de los lugares donde había transcurrido la vida de Cristo y que habían tomado bajo el liderazgo de Saladino.

Las comunidades musulmanas del mundo, especialmente en Europa y USA se encuentran temerosas de que el odio que han originado los grupos radicales de su religión se extienda a quienes nada tienen que ver en el asunto, excepto el hecho de creer en el Islam en su sentido auténtico. La lucha entre chiítas y sunitas se radicalizó a raíz de los acontecimientos en Irak. Sadam Husein gobernó en Irak con el apoyo de los sunitas que en opinión de Occidente eran menos radicales y los chiítas permanecieron al margen, pero el gobierno que surgió después de la muerte de Sadam gobernó hasta su destitución con los chiítas y los sunitas al sentirse desplazados por quienes solo representan el 15% de los musulmanes se radicalizaron y anunciaron la formación del califato llamado estado islámico. En cuanto a los sirios hay que agregar la dictadura de 15 de Bashar al Assad más los 30 de su padre, de 1970 al 2000 para completar el panorama. Y las potencias? China, USA, Rusia y ahora Francia sin que el Consejo de la ONU pueda actuar por el veto.